Es un cínico... o un ignorante... o las dos cosas
"Sabemos que hay que transigir en la verdad". No, no lo ha dicho un filósofo de la antigüedad, un cínico de los de la Roma Imperial, un Pilatos como otro cualquiera. Lo ha dicho nuestro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Otra perla: "La verdad no es el punto de llegada, es el punto de partida". Lo que no nos dice es hacia dónde, aunque como luego ha añadido lo de transigir con la verdad, ya lo tenemos más claro: se parte de la verdad, para luego transigir con ella y dejarla hecha jirones a lo largo del camino.
¿Se puede ser más ignorante? ¿Puede llegar alguien con tan poca mollera llegar tan alto? ¿Puede caer un país más bajo? Y eso que no hemos comentado el bodevil de la semana pasada en Salamanca, donde entre abrazos y parabienes nos uncimos más a esos grandes aliados que son Cuba y Venezuela, defensores de la ETA, subyugadores de la libertad individual, mentirosos compulsivos, rojos todos ellos... ¡Anda, como ZP! ¡Si va a ser por eso!
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