Uno, normalmente, no suele pagar para que le insulten. Por eso no suelo ver la gala de los premios Goya. Que unos señores que no importan a nadie (ahí están los índices de audiencia de sus películas) se premien entre ellos, sinceramente, no me interesa demasiado (vamos, como los premios que se den en el Colegio de Farmacéuticos, salvo que seas del gremio, poco importa). Pero es que como los
titiriteros contra la guerra, o también llamados
el sindicato de la ceja, copan la Televisión pública, pues a veces haciendo zapping, uno termina en la dichosa gala de los Goya (¡¡pobre pintor, que pena el uso que se hace de su nombre!!). Y ayer pude ver a Carmen Machi, la presentadora del evento, como le decía esto al que luego fue el gran ganador de los premios, Javier Fesser y su bodrio
Camino: 'No te preocupes si no ganas, como bien se dice en tu película, siempre puedes ofrecer tu sufrimiento a Dios'. Gran jolgorio y algarabía en aquellos a los que pagamos y mantenemos con nuestros impuestos porque son incapaces de competir con un producto en condiciones.
Ahí terminó todo lo que vi de esa gala. Ya era sangrante que todos aquellos que se pusieron la pegatina del
No a la guerra en 2003, hoy no pidieran, en el 50 aniversario de la dictadura cubana, la libertad para este pueblo hermano. Ya entonces me pareció que estos no son artistas, sino políticos que hacen algo que podríamos denominar técnicamente como cine... Lo de ayer, fue ya, desde mi punto de vista el acabose. El insulto a las creencias de muchos españoles les sale gratis, seguimos pagando los mismos. Aunque no podamos dejar de pagar impuestos para que estos progres y ricos se dediquen a ciscarse en lo divino y en lo humano, siempre podremos no darles ni un euro más. Yo, desde luego, ya he tomado la decisión de no ver ninguna película de estos tipejos: seguirán insultando, pero no con mi dinero, no entrarán en mi casa...
Uno, normalmente, no suele pagar para que le insulten. Por eso no suelo ver la gala de los premios Goya. Que unos señores que no importan a nadie (ahí están los índices de audiencia de sus películas) se premien entre ellos, sinceramente, no me interesa demasiado (vamos, como los premios que se den en el Colegio de Farmacéuticos, salvo que seas del gremio, poco importa). Pero es que como los titiriteros contra la guerra, o también llamados el sindicato de la ceja, copan la Televisión pública, pues a veces haciendo zapping, uno termina en la dichosa gala de los Goya (¡¡pobre pintor, que pena el uso que se hace de su nombre!!). Y ayer pude ver a Carmen Machi, la presentadora del evento, como le decía esto al que luego fue el gran ganador de los premios, Javier Fesser y su bodrio Camino: 'No te preocupes si no ganas, como bien se dice en tu película, siempre puedes ofrecer tu sufrimiento a Dios'. Gran jolgorio y algarabía en aquellos a los que pagamos y mantenemos con nuestros impuestos porque son incapaces de competir con un producto en condiciones.
Ahí terminó todo lo que vi de esa gala. Ya era sangrante que todos aquellos que se pusieron la pegatina del No a la guerra en 2003, hoy no pidieran, en el 50 aniversario de la dictadura cubana, la libertad para este pueblo hermano. Ya entonces me pareció que estos no son artistas, sino políticos que hacen algo que podríamos denominar técnicamente como cine... Lo de ayer, fue ya, desde mi punto de vista el acabose. El insulto a las creencias de muchos españoles les sale gratis, seguimos pagando los mismos. Aunque no podamos dejar de pagar impuestos para que estos progres y ricos se dediquen a ciscarse en lo divino y en lo humano, siempre podremos no darles ni un euro más. Yo, desde luego, ya he tomado la decisión de no ver ninguna película de estos tipejos: seguirán insultando, pero no con mi dinero, no entrarán en mi casa...
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