El calvario de Hirsi Ali
Aquí hemos defendido en numerosas ocasiones a la somalí Hirsi Ali, quien huyó de Somalia cuando iba a ser casada contra su voluntad. Ya en su niñez sufrió la ablación del clitorís. Su huida le llevó por varios países hasta que recaló en la que era tenida como la patria de las libertades y la multiculturalidad: Holanda. Militó en el partido socialista, pero su amor por la libertad le llevó a discrepar de su partido en el tratamiento que éste hacía del Islam (conocía bien el patio como para caer en la tontería multiculturalista y relativista, según la cual todas las culturas son iguales). Pasó al partido liberal y escribió el guión de la película 'Submision', que le costó la vida a Theo Van Gogh y una amenaza de muerte a la propia Alí.
A raíz de todo esto, tuvo que huir a EEUU debido a que incluso en su partido pasó a ser una voz incómoda para, en palabras de nuestro 'hombre de paz', son las 'ansias infinitas de paz'. Por supuesto defendió el derecho que asiste a las democracias de liberar a los países islámicos (y a sus mujeres) de la lacra del Islam radical (aunque Hirsi Ali no cree que exista eso que llaman 'islam moderado'). El gobierno holandés le pagaba la protección que tenía allí, pero pasado un año, el gobierno holandés ha decidido dejar de hacerlo y tampoco el americano.
Es una vergüenza para Occidente que esta luchadora de la libertad individual, contra la tiranía que sufren tantas mujeres en los países islámicos esté en peligro sin que nada hagamos por ella. Mientras algunos directores de cine (con películas de dudoso gusto y que no ve nadie) tiene bien lleno el zurrón, mientras se dilapida el dinero europeo en fastos varios y las 'excepcionalidades culturales', no se defiende a quien defiende nuestros valores de libertad, respeto al otro y democracia. Mientras las 'apesebradas' progres de cuota callan, Hirsi Ali se juega la vida por la libertad de las mujeres de todo el mundo. Mientras nuestras progres callan cuando van a Africa, ella no puede volver a su país porque está amenazada de muerte.
¿Podrá Europa tener el valor de defender su cultura y valores? Ya hablaremos de eso, porque lo de la niña de Gerona se las trae...
A raíz de todo esto, tuvo que huir a EEUU debido a que incluso en su partido pasó a ser una voz incómoda para, en palabras de nuestro 'hombre de paz', son las 'ansias infinitas de paz'. Por supuesto defendió el derecho que asiste a las democracias de liberar a los países islámicos (y a sus mujeres) de la lacra del Islam radical (aunque Hirsi Ali no cree que exista eso que llaman 'islam moderado'). El gobierno holandés le pagaba la protección que tenía allí, pero pasado un año, el gobierno holandés ha decidido dejar de hacerlo y tampoco el americano.
Es una vergüenza para Occidente que esta luchadora de la libertad individual, contra la tiranía que sufren tantas mujeres en los países islámicos esté en peligro sin que nada hagamos por ella. Mientras algunos directores de cine (con películas de dudoso gusto y que no ve nadie) tiene bien lleno el zurrón, mientras se dilapida el dinero europeo en fastos varios y las 'excepcionalidades culturales', no se defiende a quien defiende nuestros valores de libertad, respeto al otro y democracia. Mientras las 'apesebradas' progres de cuota callan, Hirsi Ali se juega la vida por la libertad de las mujeres de todo el mundo. Mientras nuestras progres callan cuando van a Africa, ella no puede volver a su país porque está amenazada de muerte.
¿Podrá Europa tener el valor de defender su cultura y valores? Ya hablaremos de eso, porque lo de la niña de Gerona se las trae...
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