¿Ganará Rajoy las elecciones?

Y comenzaron entonces las dudas en el partido de enfrente, el Partido Popular. De nuevo el PSOE les come terreno en la propaganda. Y mucho me temo que, como decía ayer Gotzone Mora en esRadio, hay un tapado que terminará siendo el que se haga con la candidatura y de nuevo le muerda al PP la mayoría absoluta.
Y es que la derecha española tiene un problema, desde siempre con la comunicación. Lo hacen muy mal (pese a los intentos de mi paisamo González Pons) porque ni miden las reacciones ni explican bien sus ideas. Y eso cuando explican porque en algunos casos, y ahí don Mariano es un hacha, siguen creyendo que los españoles somos fácilmente asustadizos y que no podremos aguantar que nos digan la verdad. Así, no sabemos aunque lo intuímos, lo que hará Mariano Rajoy para sacarnos del agujero que el socialismo nos deja. Y el problema es que los diversos consejeros áulicos que tiene el inquilino de Génova 13 le dicen que sea el modelo compresa que 'no se nota, no se mueve y no traspasa', en la confianza de que el PSOE se cocerá en su propia salsa. Pero eso es renunciar a dar una batalla por las ideas, por las políticas diferentes, y dejar todo en manos del marketing, de la pura impresión intestinal que deje el candidato en los ciudadanos... o sea, que somos idiotas y nos lo demuestran.
Según los estrategas del PP, no puede un candidato decirles a los españoles lo que ya saben: que estamos en ruina, que para salir de esta deberemos trabajar más cobrando menos, que viviremos peor, que hay que cambiar la educación para apostar por la excelencia (esa palabra que les da salpullido a los progres), que hay que adelgazar el llamado estado del bienestar para que sea viable... Ese mensaje lo dijo Merkel y Cameron a sus ciudadanos: señores, se ha terminado la buena vida que llevábamos, debemos recuperar valores que habíamos dejado de lado. Cierto que es un discurso incómodo, pero cinco millones de parados se merecen que se les diga la verdad.
De otra manera, el PSOE pondrá un candidato con imagen simpática y les levantará la merienda. O habrá algo que lo haga... y experiencia en ello tienen. Aunque como ya dije, ¡es que no aprenden!
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