Nuclear? sí gracias
Sé que con la que está cayendo en Japón, esta postura no está de moda, pero vayamos con la justificación. En Japón ha habido primero un terremoto de escala 9, el tercero más fuerte desde que el hombre es capaz de medirlo. A consecuencia de ello, un enorme tsunami se formó en el Pacífico y arrasó el país. Al terremoto resistió bien el país y sus infraestructuras, pero la enorme ola de agua se ha llevado por delante todo. A eso tenemos que sumar que al quedarse sin energía no se podía enfriar el reactor... todas las desgracias posibles han sucedido a la vez. Aún así, mientras el tsunami ha provocado más de 10.000 muertos, la central nuclear aún no ha causado ninguno, aunque, por desgracia, la vida de los 50 que están intentando controlar la desgracia se torna cada vez más difícil. Puede ser que ocurra alguna catástrofe más, Dios no lo quiera, pero ¿justificaría eso abandonar la energía nuclear? ¿Podemos permitirnos ese abandono?
El problema es que las alternativas, ante las mismas desgracias, serían quizás peores. Una presa no habría resistido el primer terremoto. Los molinillos y paneles son claramente incapaces de generar la energía que necesitamos. Una central de combustión hubiese sido un cataclismo natural... la energía nuclear es barata y ha tenido muchos menos accidentes que otros tipos de energía aunque es cierto que cuando pasan son graves y preocupantes. Debemos analizar qué ha pasado, cómo podemos corregirlo y ponernos manos a la obra. Pero no olvidemos que estamos ante la enorme fuerza de la naturaleza contra el hombre, y ahí, aunque avanzamos, tenemos las de perder. La historia de la humanidad es esa: tratar de dominar la naturaleza. Así, hemos ganado terreno al mar, hemos escalado montañas, cruzado mares, tratamos de adelantarnos a la fuerza de meteorología... y no creo que debamos pararnos ahora. ¿Un ejemplo? En 1923, un terremoto algo menor que este asoló Japón. Murieron más de cien mil personas. Hoy las víctimas se han reducido a la décima parte. El hombre ha aprendido a construir edificios que resisten el temblor de la tierra. ¿Por qué no podemos hacer centrales nucleares que resistan también un tsunami? Rendirse no parece lo más humano, luchar con nuestra inteligencia contra la naturaleza, he ahí un reto propio de titanes.
El problema es que las alternativas, ante las mismas desgracias, serían quizás peores. Una presa no habría resistido el primer terremoto. Los molinillos y paneles son claramente incapaces de generar la energía que necesitamos. Una central de combustión hubiese sido un cataclismo natural... la energía nuclear es barata y ha tenido muchos menos accidentes que otros tipos de energía aunque es cierto que cuando pasan son graves y preocupantes. Debemos analizar qué ha pasado, cómo podemos corregirlo y ponernos manos a la obra. Pero no olvidemos que estamos ante la enorme fuerza de la naturaleza contra el hombre, y ahí, aunque avanzamos, tenemos las de perder. La historia de la humanidad es esa: tratar de dominar la naturaleza. Así, hemos ganado terreno al mar, hemos escalado montañas, cruzado mares, tratamos de adelantarnos a la fuerza de meteorología... y no creo que debamos pararnos ahora. ¿Un ejemplo? En 1923, un terremoto algo menor que este asoló Japón. Murieron más de cien mil personas. Hoy las víctimas se han reducido a la décima parte. El hombre ha aprendido a construir edificios que resisten el temblor de la tierra. ¿Por qué no podemos hacer centrales nucleares que resistan también un tsunami? Rendirse no parece lo más humano, luchar con nuestra inteligencia contra la naturaleza, he ahí un reto propio de titanes.
Published with Blogger-droid v1.6.7
Comentarios