Sectarismo antireligioso en la Complutense, nazismo en ciernes

La noticia ha aparecido en pocos medios. La Sexta, Cuatro, Telecinco y demás teleprogres no han prestado atención a la misma. ¿Qué decir de los diarios? Silencio. Pero la noticia es grave por lo que tiene de síntoma: Un grupo de extrema izquierda asalta una capilla en la Universidad desnudándose en el altar.Y digo lo de síntoma porque nadie en la izquierda bien pensante ha salido en defensa de un derecho fundamental: la libertad religiosa y de culto. Podremos discutir si debe o no haber una capilla en una Universidad (creo que hay muchas razones para que exista, manteniendo la sana laicidad del ámbito universitario), pero una vez ésta existe, el respeto a las creeencias de los que de ella hacen uso, obliga a todos. Estamos hablando de un derecho fundamental, de esos que a la izqueirda le gusta tanto defender con pancartas y camisetas. Muchos dirán que es un exceso, que quizá son unos jóvenes alocados que se han excedido, algunos aprovecharán para decir que condenan los hechos, pero que hay que abrir un debate sobre el papel de la religión en la Universidad (que siempre será la excusa para proscribirla, claro)... Pero ninguno de estos políticos que pronto salen a defender a los grupos de oprimidos saldrá en defensa de los cristianos (no lo hacen mientras los asesinan por millares en países como India o Pakistán).

De hecho el rector Berzosa, conocido por su sectarismo izquierdista y por ser uno de los del clan de la zeja, ha exhalado una nota de prensa sin publicidad ninguna en la que condena muy tibiamente los hechos (para encontrarla es necesario entrar en cuatro o cinco clics para ello). Pero hay que recordar que lo que está pasando con los cristianos no es nuevo, es el mismo método que emplearon con los judíos durante la época nazi: primero se les ridiculiza y se les impide expresarse (esa fase ya está en marcha) públicamente, después se les señala para escarnio del resto de la población, se hacen leyes que directamente les convierten en no-personas y finalmente, cuando ya no son personas con derechos, equiparables a los perros o los virus, se les aniquila. ¿Exagero? Pues daros una vuelta por las televisiones, series y noticiarios y veréis que no exagero nada. Los católicos son los tontos en las series, sus ideas son condenables por no aceptar las tesis políticamente correctas en lo referido a sexualidad (básicamente que cualquier unión entre cualesquiera personas del sexo que sean en el número y composición libre debe ser aceptada), no pueden expresarse en público, ya que sus ideas ofenden a algún grupo muy minoritario (ojo, la Iglesia no les insulta ni nada, simplemente no comparte su modo de vida); lo de expresar la fe en la calle o en los medios es una muestra clara de intolerancia que debe ser erradicada mientras los que les insultan tienen barra libre. Un cristiano que sea además político es claramente un fanático de extrema derecha y luego ya da igual lo que diga... está deslegitimado para hablar.

A esto vamos, no nos sorprendamos si un día vemos campos de exterminio, o de reeducación por la geografía española. Es la frase que encabeza este blog: primero fueron... y hoy muchos callan.