Waterwar

No es el título de una película de Kevin Costner, sino de la situación que se está viviendo en el PP a cuenta de la ley que pretende aprobar el PSOE castellano-manchego sobre la reserva de agua del Tajo que impida enviar más caudal a las cuencas mediterráneas (Valencia y Murcia principalmente). La posición histórica del PP en este asunto ha sido siempre clara: el agua es de todos y ninguna autonomía puede apropiarse su caudal. Los bienes de España son de todos los españoles y no de una parte de ellos. Pero eso era cuando el PP pretendía ser un partido nacional y no ahora que pretende ser simplemente una copia de derechas del PSOE y renuncia a tener una posición única en todos los asuntos en todas las comunidades. Así, el PP de Valencia o Murcia defiende la solidaridad en el reparto del agua (cosa por cierto rentable para el conjunto de los españoles, ya que el agua se aprovecha mucho más en la huerta murciana o valenciana con goteo que en algunas otras zonas. Además, los presidentes de Murcia y Valencia están dispuestos a pagar por el agua, ya que es necesaria para ellos...


Ya digo que esa había sido la posición tradicional del PP en el asunto del agua... hasta el advenimiento de Cospedal a la secretaría general del PP y a que las encuestas le dicen (Arriola enredando mediante) que defiendo las mismas políticas en el agua que el PSOE, y por el desgaste de la crisis y tal, María Dolores de Cospedal podría ganar las elecciones autonómicas del 2011. Y así, el PP de Mariano, firme en sus convicciones se lanza a cambiar de opinión siguiendo el principio marxista ya conocido de que estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros. Y es que además, ante la amenaza de 'plante' por parte de los propios diputados castellano-manchegos y nacionales que, ¡mira que son raros!, pretenden mantener los principios del partido, Cospe saca lo mejor de sí misma y ya amenaza con expulsiones y eso. Vamos lo que no se atreve a hacer con Cobo pese a los insultos a al presidenta de su partido, lo hará a quien la desobedezca a ella, sea de la comunidad que sea y de la agrupación que sea. Partido centralista para lo que me conviene y para lo que no ya defiendo otra cosa. Creo que en mi pueblo lo llamaban la ley del embudo.

En cualquier caso, es muy triste que el PP se descomponga de esta manera cuando más lo necesitamos. Porque, nos guste más o menos, es la única alternativa viable al desgobierno de ZP y sus inútiles cuates. Y nos gustaría, si no es mucho pedir, que fuera un partido nacional, que piensa más en el bien de la nación que en el propio o de una parte de ella. Un partido fiel a sus principios y no a las encuestas. Porque un partido político (vale, soy un romántico, qué le vamos a hacer) debe ser más que una empresa que busca la satisfacción de los potenciales clientes mediante estudios de mercado que adaptarán el producto. Un partido político debe ser el camino, el medio, para defender unos principios y valores... ¿O estoy equivocado? ¿Qué idea del PP tienen Cospe y Mariano?

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