Obama, el santo

Una de las muestras de santidad suele ser el lograr la conversión de los infieles. Así, por ejemplo, S. Francisco Javier convirtió pueblos enteros del Japón, S. Pablo recorrió todo el imperio romano convirtiendo las polis griegas, S. Pedro puso al cristianismo en Roma, grandes fundadores de órdenes religiosas han acercado almas a Dios. Los seguidores de este blog saben que el entusiasmo que tengo por Barack Hussein Obama es manifiestamente mejorable. Ya en las elecciones americanas nos decantamos por la dupla McCain/Palin, más liberal, abierta a la cultura de la vida, más defensora de los valores tradicionales de Occidente y menos amiga de veleidades con el islam. Pero, mira tú por donde, aparece Obama y participa en una reunión de oración (ya en algún artículo hemos indicado la tremenda diferencia entre una democracia, la americana, basada en la libertad religiosa y que ya en su preámbulo cita a Dios, con las democracias de origen masón del continente europeo, si exceptuamos el Reino Unido) e incluso va Obama e invita a líderes occidentales (¡vale, aceptamos que Zapatero sea occidental!) para que oren juntos. Y, claro, Zaparero ha sido invitado por el presidente americano, junto con otros presidentes y líderes espirituales de todo el orbe. Y Zapatero ha sido invitado y ha aceptado esa invitación.

Y aquí es donde el poder de Obama como líder espiritual se manifiesta. Si hay un líder más anticristiano, que odia la religión (lo peor que le ha pasado a España es la presencia del cristianismo, ha llegado a decir) de su patria, ese es José Luis Rodríguez Zapatero. La duda es si el pastor protestante (evangélico) tendrá que practicar un exorcismo antes de la entrada de ZP en la iglesia, ya que como todo el mundo sabe, nuestro presidente tiene una aversión al crucifijo, sacerdotes y toda clase de elementos religiosos. No es improbable que al llegar a la entrada de la iglesia una voz saliera de su interior que afirmara aquello de Hijo del Dios vivo, ¿por qué me atormentas? Yo soy Legión y que se lanzara al suelo echando espumarajos.

Porque mira que hay políticos anticristianos, o simplemente ateos, pero Zapatero, y eso hay que reconocerlo, los ha superado a todos. Desde la ley de pseudo-matrimonios homosexuales, pasando por la EpC, la ley de Libertad religiosa (oiga que así se llama aunque sea la ley que consagrara exactamente lo contrario, como en la II República), el aborto, sus propias declaraciones, favoreciendo en cuanto puede al islam (por lo que tiene de anticristiano y de antioccidental), ZP ha logrado el poder ser considerado como el mayor matacuras desde comienzos del siglo XX. Hay que reconocerle mérito en ello.

Obama, después de ganar el Nobel, ha logrado ahora su primer milagro: Zapatero acudirá a una iglesia cristiana a rezar. ¿Es o no es un santo?