Los Lunnis... demagogia progre
Resulta muy conveniente ver los programas que ven nuestros hijos. No todo lo que aparece en horario infantil, aunque sean muñecos alegres y de colores es conveniente. Pues esta mañana he tenido un ejemplo de esto. Estaba yo preparando el café (a esas horas es una de las cosas más saludables) mientras uno de mis hijos veía la programación infantil. Y escucho estupefacto el siguiente diálogo, más o menos:
- ¿A dónde vas, profesor?
- Voy a llevarme estos residuos nucleares para enterrarlos. Pero no te acerques que son muy peligrosos.
- Y si son tan peligrosos, ¿por qué los llevas?
- De lo que se trata es de no crear más residuos nucleares.
De esta manera se crea en las mentes infantiles la falacia de que la energía nuclear es mala, que sólo crea residuos y que es muy peligrosa. Lo mejor, como dice el profesor es no usarla. La agenda 'sandía' en las mentes de los niños. La cuestión de la energía nuclear no es un tema cerrado, muchos países la usan con unos niveles de seguridad estupendos. Pero de esta manera los que se oponen a la energía nuclear son 'buenos' y los que la defienden, 'los malos'. Sólo queda que el pirata fume puro y hable en gallego...
Demagogia progre en las mentes de los niños. ¡Qué asco!
Comentarios
Una cosa es la génesis de energía eléctrica a partir de centrales nucleares que, como bien indica nuestro querido opinador, ha alcanzado (la central nuclear, digo) un nivel óptimo de seguridad para que no ocurran mas Chernobils; siendo además (la central nuclear cuando genera la energía eléctrica, insisto) una manera muy limpia de crear esta energía... Y otra cuestión muy distinta son los desechos radiactivos, que ya no son útiles en la central nuclear, y han de depositarse en algún cementerio radiactivo con criterios de seguridad estrictos (lease muros de hormigón de varios metros de espesor, etc) para que no contaminene con su radiactividad hasta que ésta se extinga (bastantes años, me temo).
Es esta parte la que falla en el proceso, no la central nuclear en sí, sino los desechos o como diría el profesor Lutecio, según oyó aquella infausta mañana nuestro opinador de cabecera, los resíduos nucleares. Ocurre, y me consta, que los países que utilizan energía nuclear llevan estos desechos bastante lejos de su territorio para, en algunos casos, lanzarlos al mar, en fosas atlánticas o, en el peor de los casos, a bastante menos profundidad, sin ningún tipo de seguridad adicional.
Antes de que me lluevan los insultos por creer esto que acabo de señalar, indicar que soy padre de familia numerosa, estuve en Colón el pasado dia 30 de diciembre, directamente no dejo que mis hijos vean los Lunnis, porque no me gustan nada, y doy clases de ciencias en un colegio no público nada sospechoso de progresismo ni nada por el estilo, porque, al ser licenciado en Biológicas, he estudiado ecología, que como todo el mundo debería saber, es una ciencia; al contrario que el ecologismo, que es una ideología.
Sé que los datos personales que acabo de dar no les importa un pimiento a nadie, pero los incorporo con el fín de amortiguar la lluvia de críticas que me caerán al afirmar que, por una vez y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el profesor Lutecio, y no le doro la píldora al gran opinador. Esto es lo que se llama la dialéctica Lutecio-Almela.
Un saludo
Pablo del Valle