Ese cristianismo a la carta

Muy bueno el artículo que Arturo Guerra nos regala en Spero. Simplemente recordar que echarle mostaza al cristianismo no es una buena idea, lo desvirtuamos, lo dejamos hecho otra cosa. ¡Cuántos y cuántas, incluso sacerdotes hoy se dedican a echarle mostaza a nuestra fe! Todo para quitar aquello que da un aldabonazo a nuestra conciencia...

A su Evangelio, Cristo no le puso ketchup ni mayonesa ni tomate. Él no le agregó azúcar ni miel silvestre ni grageas multicolores. Él no lo cubrió con un relleno sabor chocolate ni mermelada. Él no le añadió leche condensada ni descremada. Cristo no neutralizó su Evangelio con mostaza. El cristianismo se sirve solo. O se vive como es o no es cristianismo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El primer ministro australiano y la inmigración

Más sobre la memoria histórica: Madrid de corte a checa

La Inquisición Rosa comienza la quema de Iglesias