Bono en La Noria

La pasada noche de sábado, José Bono, presidente del Congreso y ex-ministro de Defensa, ex-presidente de Castilla-La Mancha, estuvo en el programa La Noria de la cadena de Mediaset Telecinco. Lo primero que hay que dejar claro es que se trató de una entrevista jabón: no hubo, como en otras ocasiones, grupo de periodistas variados que 'incordiaran' al entrevistado, aquí solamente Jordi González y Sandra Barneda preguntaron al presidente del Congreso. Ninguna cuestión complicada, ninguna duda sobre el fabuloso patrimonio de la familia (más bien al contrario, defendieron la dudosa actuación de la Fiscalía en este asunto), ninguna cuestión espinosa sobre las políticas más demoledoras de su rival/socio en el partido (Zapatero)... fue una entrevista cordial, impropia de un medio de comunicación independiente que debe ser siempre crítico con el poder. Aquí no, en La Noria hubo mucho jabón a don José y nula crítica. Y además, como siempre en Jordi y sus particulares fantasmas, hubo carnaza para la Iglesia (a cuenta de unos jóvenes cristianos que hablaban sobre la JMJ y su visión de algunos temas morales como la homosexualidad, los preservativos o la píldora del día después -es curiosa la obcecación que con el sexo tienen todos estos liberados de la tiranía eclesial-) y sobre todo para el grupo Intereconomía. El diario del grupo, La Gaceeta, ha aportado en estos meses datos sobre el patrimonio de la familia de José Bono, que, salvo que tenga alguna explicación lógica el señor presidente del Congreso, son cuanto menos exagerados para el sueldo público que ha cobrado en su carrera política. El señor Bono, en lugar de exigir y explicar esos datos, que nunca han sido refutados como falsos, se ha dedicado a insultar y menospreciar (incluso con cosas tan curiosas como llamar 'el calvo' a Carlos Dávila, director de La Gaceta) al grupo y a los profesionales que en él trabajan. Decir que en Intereconomía hay ex-reclusos refiriéndose a Mario Conde supongo, es cuanto menos curioso viniendo de labios de un dirigente de un partido político que cuenta entre sus dirigentes a gente como: Josep María Sala, director de formación del PSC condenado por financiación ilegal en el caso Filesa; José Barrionuevo condenado por el secuestro de Segundo Marey; Jesús Eriguren, presidente del PSE y condenado por maltratador en la persona de su ex-mujer o que tiene entre sus históricos a ladrones y criminales tan insignes como Negrín, Prieto o Largo Caballero... quizá no debió usar ese término. Del resto, simples insultos, jaleados por los presentes y sobre todo por ese culmen de ecuanimidad que es Jordi González (buena la acotación esta mañana de FJL cuando ha recordado que el comunicador -periodista es demasiado para él- presenta un programa donde se habla con el más allá. ¡Joder, para ser ateos, tienen un gusto por lo espiritual que asusta!).

Otro de los aspectos que fue mofa y befa para Bono y González (Jordi) fue a cuenta de la petición de fondos que Intereconomía está haciendo a sus televidentes para evitar el colapso financiero. Puede sonar extraño, pero el grupo de Julio Ariza está pidiendo dinero de forma honesta y directa: mientras La Sexta está en quiebra, pero va salvando los muebles a costa de ir vendiendo programas costosísimos a la televisión pública que pagamos todos (y más desde que no tiene publicidad), Intereconomía opta porque sea quien quiera quien le ayude. Pero es que Telecinco obvió el decir que, entre las TDT de nuevo cuño, Intereconomía estaba entre las primeras en algunos programas, pero que el Ministerio de Industria, en una decisión cuanto menos discutible, optó por reorganizar el espacio radioeléctrico y obligar a Intereconomía, Veo7 (El Mundo) y Teledeporte a cambiar su frecuencia. El resultado: una caída estimada de la audiencia de entre el 10 y el 20%. Eso implica una reducción de publicidad. Si se dice algo, al menos que se diga de forma completa.

Lo que fue ya de pura fantasía (y otra oportunidad perdida por Jordi de ser inquisitivo) fue las imágenes que mostraban a José Bono como entrevistador de personalidades (toreros, escritores, etc.). Jordi le dijo que parecía el Aló presidente de Hugo Chávez, pero no pasó de la broma. Afirmó Bono que hizo esto porque no le sacaban en ningún sitio... y a mí me asaltan unas preguntas que, curiosamente, no hizo Jordi González: ¿quién pagó ese conjunto de entrevistas? ¿La Junta o el partido socialista o Bono de su bolsillo? Las televisiones locales que lo emitieron (todas ellas alegales aún), ¿lo hicieron voluntariamente? ¿Recibieron presiones de la Junta o su entorno? ¿Cómo veríamos que lo hubiese hecho Aznar o que lo hiciera Aguirre hoy? Pero nada, que a Jordi no se le ocurrió preguntar...

Una entrevista con un personaje muy interesante (es la tercera autoridad del país, tras el Rey y el presidente del Gobierno) y que quedó en una reivindicación personal ad maiorem gloriam del entrevistado. Bono tiene sombras en su trayectoria política, pero nada sobre ello le preguntaron. Una oportunidad perdida, porque desde hace tiempo Bono no acude nada más que a sitios donde le traten bien, donde no puedan ponerle en aprietos.

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