Michael Moore, ese sinvergüenza

Uno puede ser de izquierdas, de derechas o lo que uno desee. Eso no es un problema. Cada cual puede defender la idea que le plazca, pero al menos lo que debemos pedir a cada cual es una cierto coherencia entre el obrar y el pensar o decir. No siempre lo logramos, pero solemos pedir perdón y rectificar en su caso el obrar o el decir o convencernos de que estábamos equivocados en nuestro pensar. De ahí viene aquello de rectificar es de sabios. Todos rectificamos cada día, pero lo razonable es mantener una cierta coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Lo contrario genera en la esquizofrenia. No puede uno seguir actuando de forma diferente a como piensa sin volverse loco... salvo que sea un soberano farsante.

Y ahí es donde yo metería a ciertos tipos (a derecha e izquierda) que se han caracterizado últimamente por ello. Pero si hay dos ejemplos clarividentes, esos se encuentran al otro lado del Atlántico, en EEUU: uno es Al Gore (del que ya hemos hablado varias veces) y otro es el que encabeza este post: Michael Moore, gran azote progre del capitalismo, defensor de los tiranos más repugnantes como Chavez y Castro, millonario que cobra sus entrevistas a precio popular y que vive como casi todos los desarrapados del mundo en un maravilloso apartamento de un millón de dólares en Manhattan. Vamos, lo que viene a ser un progre: uno que vive de criticar su propio modelo de vida. Un resentido...

Porque Michael Moore es uno de esos tipos que vive de criticar el capitalismo y de alabar las diversas dictaduras que en el mundo son, pero sin tener en cuenta algunas cuestiones: es el sistema que critica el que le permite realizar esa críticas. Por ejemplo, Michael Moore podría criticar cómo viven los ayatolás en Irán mientras en resto del pueblo muere de hambre, o cómo vive la nomeklatura cubana o venezolana mientras se pasea por los arrabales de La Habana o Caracas para ver cómo la prostitución es la única salida que le queda a muchos de los ciudadanos de esos países... O bien puede, tras criticar severamente el sistema sanitario americano para alabar el cubano, someterse a una operación sencilla (nada grave, simplemente un quiste o algo así) en los hospitales castristas. También puede el señor Moore, tras poner a caer de un burro al sistema bancario americano a sacar sus ahorros de los bancos y fondos en los que los tiene y ponerlos a salvo en el seguro sistema de pensiones argentino (ese que los Kirschner acaban de agenciarse).

Porque eso sería coherencia, eso sería digno de alabar: renuncio a las mieles del capitalismo desvergonzado que oprime a los pueblos desfavorecidos de la tierra, vendo mis bienes y me voy a cuidar leprosos a Calcuta... pero no, ninguno de estos progres de salón va en autobús al trabajo, ninguno de ellos sabe lo que es padecer los rigores de ese capitalismo que critican, así como no saben cuántos han salido de la pobreza gracias a su esfuerzo en el mercado, a realizar las inversiones adecuadas...no, ellos no. Y si quizá fueron pobres que salieron adelante gracias a su esfuerzo, no quieren que otros lo logren... Sólo así se explica que un tipo como Gore critique al mundo civilizado por la falta ecologismo mientras él viaja en un jet privado que contamina una barbaridad para hacer de telepredicador a más de 240.000 euros la sesión, o los dos mil por entrevista que cobra el amigo Moore...

En fin, que una nueva sarta de mentiras que nos suelta el a Big Fat Stupid White Man como ha sido descrito de forma acertada: viéndole uno se da cuenta de que si hay un producto típicamente capitalista, ese es Michael Moore: saciado, con ropa de marca debidamente desordenado al modelo cutrefashion, millonario y por supuesto, progre...

Comentarios

Acuarius ha dicho que…
parece buen tipo...
Anónimo ha dicho que…
Michael Moore celebra la Ley Obamacare Escrito por Compañías de Seguros

Anti-corporativo cruzado aplaude decisión del Tribunal Supremo para defender proyecto de ley elaborado por las grandes corporaciones
Críticas a Michael Moore por 'indignarse' cuando recibió dinero de Goldman Sachs"En 2005, Weinstein Co. montó un sistema de financiación de unos 500 millones de dólares para producción y distribución [de películas]. El vehículo fue creado y sindicado por una pequeña firma llamada Goldman Sachs", relata el productor. Una de las películas que produjeron los hermanos Weinstein gracias al fondo de Goldman fue el documental de Moore 'Sicko'. "Debido al éxito de su película anterior, 'Fahrenheit 9/11', Moore exigió un acuerdo increíble para él mismo". El productor considera que el cineasta pudo haber conseguido de este modo "varios millones de dólares" con su película

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