Ahora huimos de Kosovo...¡¡y Obama se enfada!!

El Gobierno de Zapatero comenzó su andadura con una deserción. España tenía, contraídos por su legítimo Gobierno, unos compromisos que cumplir con unos aliados. A Rodríguez le importó una higa y retiró de un día para otro las tropas de Irak. Nuestros aliados comenzaron a vernos como unos amigos, al menos, poco fiables. No importaba, la demagogia del inquilino de La Moncloa le permitía pasar por adalid de la paz, de la Alianza de Civilizaciones, y mientras nos retiraba de Irak nos metía más de lleno en Afganistán. No importa, hemos salido de Irak, de esa guerra ilegal e injusta en la que nos metieron Bush y Aznar.

Si España había deteriorado sus relaciones con el primer país del mundo, no era porque Rodríguez hubiera traicionado los acuerdos entre España y EEUU (cosa qué vete tú a saber porqué, ofende tanto a los americanos), sino a que Bush era la reencarnación del maligno (si sus laicas eminencias creyeran en algo, claro) y a que no entendían que ZP venía para traer la paz universal al mundo.

Y ahora España, ya con el hermano Obama en la Casa Blanca, vuelve a hacer lo mismo, en este caso en Kosovo. España anuncia que sale de la región balcánica (no reconocemos la independencia de Kosovo oficialmente) sin comunicarlo a los aliados y sin pactar la forma de salir. Evidentemente, a los americanos no les ha sentado precisamente bien. Volvemos a estar en las portadas de todos los diarios del mundo, pero de nuevo no es por nada bueno. Volvemos a ser un aliado de poco fiar. Desde la nueva administración se muestran profundamente decepcionados. O sea, que no era sólo cosa de Bush. Al parecer a los americanos, no importa el color -ni político ni de piel-, no les gusta eso de que uno traicione a los amigos. Cuestión de una moral reaccionaria, supongo. Con la de mentiras y traiciones que acumula el amigo Rodríguez...

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