Si equivocamos el diagnóstico...

Si uno quiere curar una enfermedad o resolver cualquier asunto, lo primero es saber cuál es el problema, qué es lo que hace que una situación llegue a ser 'desesperada'. Si uno tiene un cáncer y se empeña en diagnosticar 'catarro', pues no aplicará la quimioterapia y fatalmente morirá. Puede que aún así, pese a un diagnóstico adecuado, no se llegue a tiempo de curar el cáncer, pero parece evidente que el primer paso es diagnosticar. Es este un símil que se emplea bastante durante esta crisis económica que padecemos desde hace unos años. Primero nuestros socialistas del PSOE se empeñaron en que la crisis era una cuestión de contagio internacional, pero que nuestras finanzas no tenían nada que ver con ello. Cuando era evidente que nuestro mal era más hondo que el de nuestros vecinos, se entró a culpar a la 'burbuja inmobiliaria' que era consecuencia -¡cómo no!- del 'pérfido Aznar'. Llegaron entonces los socialistas del PP y ahora la culpa es, una vez más, de otros: que si el BCE tiene que comprar deuda, que si los especuladores o... cualquiera que pasara por allí.

Pero el diagnóstico que hacen fuera de nuestras fronteras y la mayor parte de nuestros economistas de prestigio va en otra línea: es la estructura del Estado la que está comiéndose literalmente los recursos el país. España compra deuda, pero no lo hace para invertir, sino para poder pagar los intereses de la deuda ya existente. Suben los impuestos, pero no es para 'construir' más país, para mejorar nuestras infraestructuras, educación o investigación. No, es para pagar subsidios a los que el colapso de la economía ha llevado a casi seis millones de parados. España tiene 46 millones de habitantes, más o menos, y tiene más de 300.000 cargos políticos (sean diputados, concejales, ministros y ministrines, directores generales, ejecutivos de empresas públicas, etc.). Eso es simplemente una barbaridad. El otro día había -ya lamento no recordar quién- alguien que ponía como ejemplo que el Principado de Asturias tiene menos población que algunos distritos de Madrid. Pues bien, cuenta con su Parlamento (con sus asesores de sus 'señorías', sus cargos de libre designación -a dedo-, etc.), su multitud de concejales, cargos nombrados en empresas públicas, etc. Y no es de las autonosuyas más pequeñas: al lado está Cantabria, el País Vasco... que no son mucho más grandes. La pregunta es si podemos permitirnos este dispendio en políticos y asimilados. La respuesta es que no. Nuestras autonomías gastan y gastan (cierto que dicen que asumen el mayor coste del Estado en Educación y Sanidad) y su voracidad no parece tener límites. Acabamos de ver cómo varias de ellas (y no las pequeñas, no: Cataluña, Valencia y Murcia) han pedido dinero al Estado para poder ¡pagar las nóminas! del mes en curso. Están en una situación que sólo puede calificarse de bancarrota. Los diversos recortes (sí, don Mariano, se llaman recortes y no ajustes, y no pasa nada por hacer un uso correcto del lenguaje, no vaya usted a parecerse al infausto que diablo se lleve de Zapatero, que por no usar la palabra 'crisis' hizo el ridículo durante año y medio) que hace el Estado central y las autonomías no sirven de nada, porque sólo la estructura del Estado en sus diversas vertientes: autonómica, central, provincial y local, con sus comarcas, mancomunidades, etc. se come todo lo que se recorta. Se pasa entonces a 'sorber la sangre' económica de los españoles: subidas y subidas de impuestos, tasas, nuevas tasas por uso de carreteras, etc. pero nunca es suficiente para satisfacer al Pantagruel que devora sin tasa. Ya se anuncian nuevas subidas cuando no hace ni una semana de la anterior.

Nuestros políticos siguen haciendo mal el diagnóstico: no es culpa de los españoles, no se trata de seguir gastando más y más o retirando las ayudas a las familias para la educación o la sanidad como saldremos de esta. No, hay que reducir el tamaño del Estado -hoy supone más del 40% del Producto Interior Bruto, cuando en la época de Franco era del 20% y eso que era una dictadura, donde no habría libertades sociales, pero la de empresa funcionaba-, devolverlo a un tamaño mucho menor. Por eso siempre llamo a nuestros políticos, como Hayek, 'socialistas de todos los partidos'.

Unificar autonomías (por criterios de población y extensión) dejándolas en no más de 5 ó 6, reducir ya (no en 2015) el número de parlamentarios y concejales, privatizar y cerrar empresas públicas inservibles, unificar servicios, suprimir todas aquellas subvenciones que no vayan dirigidas a ayuda social real (nada a los partidos, sindicatos, patronales, artistas, fútbol y demás)... Pero hay que hacerlo ya, porque el cáncer del que hablamos está comiéndose ya al paciente. Mientras sigamos equivocando el diagnóstico y pensemos que noticias como la de hoy (Draghi comprará deuda de los países con problemas) son un alivio y no un simple remedio ocasional, una bombona de oxígeno al que se ahoga, pero que no impide que deba acometerse el remedio eficaz, mientras no nos demos cuenta de esto, de que no podemos tener una estructura de país donde el despilfarro es la norma, no saldremos de esta.

Esperemos que el PP se dé cuenta de ello (del PSOE, por desgracia, no espero nada. Es la izquierda más radical y sectaria de Europa, nada que ver con la socialdemocracia alemana o francesa) y comience a trabajar en esa línea cuanto antes. España no puede esperar.

Comentarios

Hugh76 ha dicho que…
Ay, almela! El problema de los "liberales" es que soltáis las cosas a las bravas y a base de repetirlas pretendéis convertirlas en verdad. ¿que distritos de Madrid tienen mas población que Asturias?. Asturias tiene 1.081.487 habitantes (INE 2011). El distrito mas poblado de Madrid es Latina (258.476 habitantes en 2008). La diferencia es tan abismal que solo me cabe una explicacion: MANIPULACION.

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