Bruselas, última parada?
Hoy ha sido Bruselas. Antes lo fue París, Londres, Madrid o Nueva York. Es todos los días en Siria, en Irak o en Afganistán. Y las imágenes se repiten. Flores en los lugares de los atentados, velas en honor de los muertos. Lágrimas espontáneas de los ciudadanos europeos en todas las ciudadades. "Yo viajo todos los días en ese tren. Podría haberle pasado a cualquiera". "Hoy decidí coger el coche y eso me ha salvado la vida". "He oído una explosión y luego el caos. La gente corría. Ha sido horrible". Los políticos se unen en 'enérgicas condenas', en retóricos 'no nos rendieremos nunca'. Las redes sociales son todas Bruselas como antes fueron París (nunca fueron Nueva York porque los americanos son muy malos y Bush más) y como quizá mañana sean Viena o Copenhage. Los ávatar de los perfiles se visten de los colores de la bandera belga... Pero, ¿sabemos a qué nos enfrentamos? ¿Hemos entendido ya que no estamos ante un grupo de fanáticos solame