¿Por qué El País deja caer y empuja a Zapatero?

Hoy está siendo la comidilla de la prensa. El oráculo de la izquierda, la voz del socialismo hispano se rebela contra el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Estupefacción. En Ferraz algunos no saben si esconder el diario que antaño llevaban bajo el brazo con el orgullo del que se sabe perteneciente a la secta, o bien mostrarlo para que se manifieste que se está con los nuevos/viejos tiempos (porque, ¿Rubalcaba es lo nuevo que viene o lo viejo redivivo o la continuidad de la ruptura o el comenzose del acabose?). Es un verdadero lío. La gran pregunta es la que encabeza este post y que podría hacerse el miso Mourinho: ¿por qué? Para ello hay que tener en cuenta, en mi opinión (una idiotez decir esto, claro que es mi opinión, soy el que escribe), varias cosas.

La primera de ellas tiene que ver con el odio africano que se profesan las diferentes familias del socialismo/progresismo español. Ya cuando llegó ZP en al año 2000 a la secretaría del PSOE, tuvo una enganchada con Cebrián cuando le dijo al Consejero Delegado de Prisa que él iba a estar abierto a todos (se refería a 'sus' todos, como luego supimos) y que la influencia de Prisa en el PSOE se iba a cabar (ahí sí que cumplió su promesa). Cebrián salió tarifando de ZP y sus muchachos (Blanco, Caldera...) porque 'no sabían con quien estaban hablando'. Cebrián no ha perdido desde entonces ocasión de atizar personalmente al presidente del gobierno: críticas a la calidad intelectual de sus ministros, a las ocurrencias en materia económica de los consejeros del presidente. Pero si hay algo que separo a Cebrián y su grupo del visionario leonés fue la creación del grupo MediaPro (La Sexta, Público, Globomedia, etc.). Dirigida por sus amigos (de ZP) Miguel Barroso y José Miguel Contreras en lo intelectual y por Roures en la pasta, MediaPro debía ser el grupo de extrema izquierda que mantuviera a ZP, lejos de la influencia de El País (que ZP consideraba ligada al pasado del socialismo, a ese socialismo pastelero que se había tragado una Transición de perdón en lugar de pelear una ruptura con el franquismo y el engarce con la República). Esa decisión de ZP perjudicó gravemente al grupo de Polanco. Sin el paragüas del poder, ya lo sabían contra Aznar, el grupo PRISA está condenado a la bancarrota. Nació al amparo del poder franquista (Villar Palasí y Santillana), creció a la vera del felipismo y lo pasó mal al enfrentarse a Aznar y no calcular el poder de el faraón. La situación ha sido crítica por momentos, y así se vieron obligados a malvender Cuatro y a Mediaset (Telecinco, Vasile-Berlusconi) y a dejar entrar a Liberty Seguros para poder mantener el grupo. Cebrián y los suyos (con Felipe incluido) no se lo han perdonado a ZP y sus advenedizos.

Esa sería la segunda razón, como vemos enganchada con la primera. Es necesario que llegue otro presidente para que El País recupere su influencia en la izquierda. Incluso si fuera un presidente del PP -que es lo más probable-, El País podría, siempre con un Rubalcaba de la vieja guardia al frente del socialismo, aglutinar la oposición a las medidas que sin remedio deberá tomar el futuro presidente. Esa es una de las cuestiones que el grupo Prisa necesita: ser el referente de la mitad de la población que vota PSOE. Para eso, ZP (y los Blanco, Pajín, etc.) le sobra.

Y la tercera, y no menos importante, es lo que conviene al candidato de Prisa: Alfredo Pepunto Rubalcaba. ¿Qué necesita Pepunto? ¿Ganar las elecciones? Sabe que eso es de todo punto imposible salvo un vuelco modelo 11-m (no descartable, pero improbable, esperemos, no podemos estar votando siempre con muertos en la mesa), entonces, ¿qué? Pues avanza la tesis del control de daños. Todos los analistas afirman que la situación económica va a empeorar de forma irreversible porque la crisis de deuda se va a agravar y porque España no ha hecho las reformas que debería. Esa situación va a hacer que las expectativas electorales del PSOE caigan aún más. Pese a que ZP confía (basado en no se sabe qué) en que la situación general de Europa mejorará y que arrastrará a España en la mejora, Pepunto y su equipo no lo creen, y están convencidos de que cuanto antes sean las elecciones, mejor. Además, el primer objetivo de Pepunto es controlar el partido, organizar los años de travesía en el desierto, lejos de las utopías de ZP y su equipo, volver al PSOE de Felipe, aunque sin Felipe. Eso es más fácil con un grupo parlamentario de 100-120 diputados que con uno de 85-90 que podría obtener si la cosa se hunde. Los intereses de Pepunto y los de Prisa -librarse de ZP- coinciden.

Lo que ocurre es que es indigno que aquel que ha sostenido (quizá sin mucho entusiasmo) a Zapatero durante años, ahora quiera alejarse de él como de la peste. El País, y Cebrián, son corresponsables de la situación que vive España. Sabían que había un inútil sectario al frente del Gobierno, pero mientras pensaron que lo podían controlar, que no dañaba el negocio, le han sostenido. Ahora que ya no es sino un paria, todos reniegan de él: Pepunto Rubalcaba (¡¡¡su vicepresidente hace como si no le conociera!!!), el grupo Prisa, Antena 3 y Telecinco... todos le abandonan. Sic transist gloria mundi

Comentarios

José Antonio del Pozo ha dicho que…
Estoy de acuerdo, con lo que expones: guerra fraticida interfamilia socialista. Con todo no deja de ser el cebrianazo el summum del cinismo.
Muy interesante tu blog.
Saludos blogueros

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