¿Qué tiene que hacer un político para dimitir?

En dos días hemos tenido noticias sobre casos de corrupción (monetaria y ético-moral) en la política española. Como diría César Vidal, y sin ánimo de agotar el tema, ahí van:

- El Tribunal de Justicia de Andalucía ha emitido una sentencia por la que obliga a la Junta de Andalucía a abrir un expediente al ex-presidente de la misma y actual vicepresidente tercero del Gobierno de España por una irregularidad al dar una subvención a la empresa (Matsa) de la que era jefa del gabinete jurídico y la que pedía la ayuda, la hija del presidente Manuel Chaves.

- El Tribunal de Justicia de Madrid ha condenado a Trinidad Rollán, ex-alcaldesa de Torrejón de Ardoz y mano derecha de Tomás Gómez en el PSM a 8 años de inhabilitación para ejercer cargo público junto con su gobierno de entonces en pleno por la permuta de unos terrenos que benefició a una empresa ligada al PSM pese a contar con los informes desfavorables de los servicios técnicos del Ayuntamiento. Ha sido condenada por prevaricación.

- El Tribunal Supremo ha condenado a Ignacio Uriarte, presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular a una multa de 2.400€ y a la retirada del carnet por 8 meses tras golpear a otro vehículo estando en estado de embriaguez. Se da la circunstancia de que el Uriarte es representante del Partido Popular en la comisión de seguridad vial del Congreso.

Son sólo tres ejemplos recientes de casos que se repiten con cierta asiduidad. Hemos tenido el caso Gürtel, la corrupción transversal en Cataluña, Marbella y Costa del Sol, Ciempozuelos... y en todos una consigna común: aquí que no dimita nadie. En estos recientes casos, la respuesta de los afectados y de los partidos que los acogen (PSOE y PP, que en estos casos, salvo que salga el cartelito no sabes quién es quién) ha sido unánime: o han sido defendidos por que la demanda la presentó la oposición por inquina personal contra él (caso Chaves), o la aludida no se ha enriquecido personalmente (Trinidad Rollán) o es que se trata de una conducta privada (Nacho Uriarte). Pero dimitir, aquí no dimite nadie. Y mira que es fácil, te han pillado, a lo mejor no te has enriquecido, a lo mejor hasta eres inocente y debes defenderte para que reluzca la verdad. Y salvo en el caso de Uriarte, esas sentencias admiten recurso que los afectados presentarán, pero ¿por qué no dimitir hasta que se aclare todo? Ya ha habido una instancia judicial que ha detectado delito en una actuación, pues dimites y te vas a trabajar a dónde te contraten. Mira que es fácil hacerlo.

Porque es que hablamos de gente importante en un partido y en el gobierno. ¿Qué podemos esperar de ellos cuando se encarguen de los asuntos públicos? Cualquiera que lea este post que piense: ¿Le daría el control de su patrimonio para que lo administre a cualquiera de esos tres? ¿Dejaría usted que su hijo/a se fuera de marcha con Uriarte? ¿Le compraría un coche usado a Chaves o a Rollán? ¿Se los presentaría a su madre? Es que cuando damos el voto esa es la pregunta que debemos hacernos: ¿Son estas personas dignas de mi confianza para gestionar mi dinero a través de los impuestos? ¿Son de fiar? Si la respuesta es negativa... malo.

Un día, una persona que vivió bastante tiempo en EEUU me comentaba que el porqué los americanos miran tanto lo de la fidelidad en los políticos, lo que aquí llamamos asuntos de cama, no era por una cuestión religiosa o conservadora, sino por un razonamiento sopesado: ese señor (o señora) dio su palabra de fidelidad al otro, al que conocía y amaba, y no ha guardado su palabra. ¿Por qué se supone que a mí, que no me conoce, me va a respetar más que a su esposa o esposo? ¿Por qué darle mi confianza a alguien que ya sé que está dispuesto a traicionarla puesto que ya lo ha hecho? Esas son las razones por las que un político debe ser mirado mucho más que un ciudadano normal.

Pero en España, ¿qué tiene que hacer un político para dimitir? Tenemos gente que no es capaz de justificar sus ingresos, otros condenados por agredir a su mujer, otros no encuentran las facturas de sus compras, otros traicionan a su partido y se pasan al del vecino sin renunciar al sueldo, otros mienten una y otra vez sin que nos importe demasiado... Así nos va, tenemos lo que nos merecemos.

Comentarios

Sefirot ha dicho que…
Y podría usted seguir todo el dia contando casos...

Entradas populares de este blog

El primer ministro australiano y la inmigración

Bruselas, última parada?

Discutiendo sobre sistemas políticos