Los ecologistas, enemigos de la humanidad

Lo publica hoy Gabriel Calzada en un acertado artículo. Los ecologistas son unos destruccionistas cuya única misión es gobernar nuestras vidas sin darnos ninguna solución a cómo debemos vivir. Les molesta que elijamos el modo en el que vamos a ganarnos la vida, les molesta que vayamos de vacaciones al monte o al mar (el hombre siempre destruyendo la Naturaleza, aunque nada hay más bello que ver cómo el hombre ha sido capaz de transformar un desierto como Palestina en el vergel que es hoy Israel, o como en el desierto de Nevada crecen los rascacielos de Las Vegas), les molesta y nos prohibieron que acabáramos con la malaria gracias al DDT (y así en Africa siguen muriendo niños en el altar de la madre naturaleza), nos prohíben los toros... No podemos dedicarnos a actividades tan rentables como el turismo o la construcción: tenemos que volver a las cuevas, hacernos uno con la naturaleza.

Por supuesto que somos muchos y la humanidad amenaza con no hacer del planeta algo sostenible (¿quién c... sabe qué quieren decir con ello?), y nos proponen que nos reproduzcamos (eso sí, abanderan la liberación sexual al animal modo). No se sabe de ningún ecologista que haya anunciado su suicidio para evitarlo (por ejemplo, Jeremy Irons -tan buen actor como imbécil redomado- está convencido de que las enfermedades nos ayudarán a ello, sin que vaya él a inmolarse dejando de acudir al médico).

En el fondo, el ecologismo esconde ese modelo sandía (verde por fuera, pero rojo por dentro). Son los mismos totalitarios que antaño salían con las camisetas de ese asesino que era Ché Guevara y que hoy son defensores de ese mentiroso estafador que responde al nombre de Al Gore (conocido como el algorero).

En fin, nada nuevo bajo el sol.