Los toros, prohibidos en Cataluña
Vaya por delante que a mí no me gustan los toros. Quizá es porque no entiendo y porque mi abuelo nos quitaba los dibujos animados para ver la tarde de toros con sus amigos en el pueblo (era de los que tenía tele). No sé, pero la verdad es que nunca me han llamado la atención. Pero tampoco el automovilismo, y ni siquiera en estos años que Alonso ganaba títulos ha hecho que la cosa de los coches me llame. Sé conducir y poco más, ni me llama la atención la mecánica ni me interesa el mundillo de los coches... En cambio me encanta el baloncesto (hasta estoy titulado como entrenador) y el fútbol y hay otros deportes de los que me gusta estar más o menos informado (balonmano o tenis). Pero el que una cosa no me guste a mí, no significa que no pueda gustarle a otros y que esté dispuesto a defender su derecho a disfrutar del espectáculo de Fernando Alonso ganando una carrera o de El Juli dando capotazos a un astado. Es una cuestión de libertad. El argumentario que nos darán (y seguro que alguno...