¿Por qué Zapatero no defiende 'sus' medidas?

Es esta una pregunta que ya surgió en el debate de convalidación del decreto-ley que congelaba las pensiones, bajaba el sueldo a los funcionarios y dejaba a los dependientes sin fondos. Tras los ataques inmisericordes de los diversos grupos (el grupo socialista se quedó solo), el presidente callaba y no intervino en todo el debate. Sacó adelante sus medidas y se volvió a La Moncloa. Las imágenes se han repetido estos días, son los ministros Blanco, Rubalcaba y la fiel Pajín las que salen a defender las medidas más impopulares que jamás tomó un presidente. Zapatero sólo ha anunciado que la 'reforma laboral será profunda y que se hará por decreto si no hay acuerdo el 16 de junio' (oh, casualidad coincide con el debut de España en el Mundial de fútbol). Pero no sale a explicar a un sitio y otro las medidas de contención del déficit. Lo que sabemos es que el día 4 de mayo dijo aquello de ¿reducción del déficit? sí ¿Drástica? no. Cuatro días después defendía lo contrario en el Parlamento. Quizá esperaba que desde ese día hasta la convalidación algún grupo se sumara a apoyarlo. Nadie. Y Zapatero calla. ¿Por qué?

Algunos dice que quiere dar un perfil bajo para evitar desgastarse. Pocos han afirmado esto: no defiende las medidas, simplemente porque no son sus medidas. Zapatero es el del día 4. El problema es que España quebró el día 7 de mayo (ver la información de Manuel Llamas en LD) y nuestros socios (ahora nuestros acreedores) pusieron pies en pared para evitar que España les arrastrase en la ruina. Desde ese día Zapatero ya no es dueño de nuestra política. Es el delegado de Merkel y Sarkozy en la gestión de nuestra ruina. No tenemos más remedio que contentar a aquellos que durante años han financiado nuestra fiesta. ¿Cómo va a defender el mayor despilfarrador de Europa el que se recorte el déficit? No puede, pero no dejará el poder a otro que se lo crea y pueda defenderlo. Tienen razón los socialistas cuando dicen que si viniera el PP haría recortes, pero al menos podrían justificarlos. Pensad en Aguirre hablando de una Administración pequeña, en reducción de gastos y en Montilla diciendo lo mismo. El problema del socialismo es que se basa en gasto público como forma de avanzar (lo que en mi opinión es un error) y lo más que hará es subir impuestos para aumentar la recaudación. No está en su ADN el bajar impuestos, el dejar a los ciudadanos libertad para hacer con su dinero lo que les plazca. Son intervencionistas.

El problema para Zapatero es que la política económica se la marcan los (algo) liberales Merkel, Sarkozy... y hay una marea de rechazo a la socialdemocracia en el Reino Unido... Son malos tiempos para el socialismo. Keynes ha muerto, afortunadamente. ¡Laus Deo!

Comentarios

Javier ha dicho que…
Y el problema sigue, van a ser necesarias más drásticas y parece que todo el mundo se olvida que en Julio sube el IVA (digan lo que digan repercutirá en los precios).

Un saludo

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