Hoy se la juega España...

Y no es en el Mundial de Fútbol. Cierto que el presidente, siguiendo una tradición que viene de nuestros padres romanos, ha aplicado la máxima de panis et circensis (el conocido 'pan y circo') y hace coincidir el debut de España en el Mundial con el decreto de Reforma laboral que, presumiblemente, empeorará las condiciones de los trabajadores aunque quizá ayude a que los actuales parados se coloquen en un futuro cercano. Este Gobierno tiene enormes defectos de carácter técnico (por su ausencia de conocimientos) como intelectual (por falta de estudio y capacidad), pero tiene una virtud grande: comunica mucho mejor que su adversario. El PSOE ha manejado siempre muy bien la transmisión de ideología. Desde los tiempos de la kommitern, la izquierda ha sabido manejar mejor las libertades de las democracias que, por supuesto, no existen en los países del socialismo real. Así, aprovechan la pluralidad de medios para colocar mensajes falsos y hacer pasar propaganda por información. Los periodistas de nómina (curiosamente mucho más sectarios que la derecha) repiten los mensajes de forma admirable: donde antes una cosa era blanca, hoy es negra y la culpa es de la derecha cavernaria que no ha aceptado su derrota y, por supuesto, de Aznar y Bush, que en cada ocasión se esgrimen como espantajos (algo así a lo que le decimos al niño cuando no se come la sopa...). Los mismos que hasta ayer decían que lo mejor era el diálogo social, que el presidente era prudente al no hacer la reforma por decreto (como hizo, ¡puag!, Aznar) y que abaratar el despido era una cosa que pide la derecha más reaccionaria de Esperanza Aguirre... Hoy afirman sin rubor que el presidente asume sus responsabilidades al hacer la reforma por decreto y que no se abarata el despido.. se favorece la contratación... ¿Y no se le cae la cara de vergüenza a los Sopena, Lafuente, Karmentxu Marín y demás perio-progres?

Y en esa línea de saber cuándo hay que comunicar y cómo, el Gobierno que padecemos anunciará la reforma laboral coincidiendo con el comienzo del Mundial de fútbol para España (ahora, para no ofender a los nacionalistas, La Roja). De esta manera, los telediarios tienen algo en lo que centrarse: si España lo hace bien, como se espera, todo será abrir con los goles de Villa o Xavi; si va mal, los titulares serán para hacer las cábalas sobre porque no funciona la actual selección y patatín y patatán. El Caudillo ya hacia lo mismo cada vez que había problemas sociales: fútbol del Madrid y toros. Pues eso, que ahora lo hace ZP. Lo que pasa es que España se juega mucho en esa reforma laboral. Porque se está hablando mucho de reducir el déficit, pero eso, la única manera de hacerlo es por dos vías: aumentando ingresos y reduciendo gastos. Para el primer caso, parece evidente que la actividad económica genera impuestos que el Estado recauda (impuestos indirectos a la compra, cotizaciones sociales...) y que esa actividad cuando un ciudadano no tiene ingresos regulares vía empleo, se ve desde luego mermada. Pero es que, además, si queremos reducir gastos, el tener un empleo hace que el Estado no tenga que subsidiar a ese ciudadano, por lo que ahorra gastos (el mayor montante de gasto de la administración central es pago de pensiones y subsidios). Por tanto, la única forma razonable de lograr reducir el déficit (tanto público como privado, ya que las deudas de los ciudadanos sin empleo son de difícil cobro) es crear empleo (tal y como demostró el PP en 1996). Y si no se reforma el mercado de trabajo, eso no será posible. Es mucho lo que se juega España en el Mundial de la Economía. Y ahí no juega ni Villa ni Xavi, me temo.

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