El asesinato de Eluana
Ahora parece que los mismos jueces que autorizaron a que se la asesinara sin comida ni agua (en una muerte cruel, que ni siquiera se la desearíamos a nuestro enemigo más encarnizado) van a investigar si se ha dado algún fármaco a Eluana para que haya muerto antes de lo que inicialmente decían los médicos que la atendían. Después de autorizar su muerte, hoy vamos a ver si alguien ha acelerado la muerte de una chica en coma desde hace 17 años. Esta sociedad, farisea e hipócrita hasta la náusea, ahora se extraña y se escandaliza porque algún médico haya decidido matar a Eluana antes de que el hambre y la sed lo hiciera.
¿Por qué ahora ese escándalo si estaban dispuestos a matarla de igual manera? No han dejado que sea la naturaleza quien quizá dentro de años se haya llevado a Eluana. La Justicia italiana ha decidido quién merece vivir y quien merece morir. Se ha arrogado el poder de dios. Como tantos otros doctores muerte, hoy son jueces muerte. Como Montes, como tantos otros que defienden un supuesto derecho a la muerte digna. Lo que es digna es la vida, no la muerte. Matar a alguien de hambre es indigno de nuestra naturaleza. Ni las bestias lo hacen. Quizá eso nos diferencia: podemos ser capaces de lo sublime y de lo más vil. Debemos intentar que aquellos que sufren pasen su vida del modo más digno posible, evitar sufrimientos innecesarios, pero no acelerar la muerte, no provocarla. ¿Quienes somos nosotros para decidir quien vive y quien muere? Recuerdo aquella frase de Gandalf a Frodo cuando este último deseaba la muerte de Gollum:
Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida.¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el mas sabio conoce el fin de todos los caminos.
Jueces, ¿podéis devolver la vida a Eluana? ¿Por qué os habéis apresurado a dispensar su muerte? ¿Conocéis acaso el fin de los caminos? ¿Entonces, por qué?
¿Por qué ahora ese escándalo si estaban dispuestos a matarla de igual manera? No han dejado que sea la naturaleza quien quizá dentro de años se haya llevado a Eluana. La Justicia italiana ha decidido quién merece vivir y quien merece morir. Se ha arrogado el poder de dios. Como tantos otros doctores muerte, hoy son jueces muerte. Como Montes, como tantos otros que defienden un supuesto derecho a la muerte digna. Lo que es digna es la vida, no la muerte. Matar a alguien de hambre es indigno de nuestra naturaleza. Ni las bestias lo hacen. Quizá eso nos diferencia: podemos ser capaces de lo sublime y de lo más vil. Debemos intentar que aquellos que sufren pasen su vida del modo más digno posible, evitar sufrimientos innecesarios, pero no acelerar la muerte, no provocarla. ¿Quienes somos nosotros para decidir quien vive y quien muere? Recuerdo aquella frase de Gandalf a Frodo cuando este último deseaba la muerte de Gollum:
Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida.¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el mas sabio conoce el fin de todos los caminos.
Jueces, ¿podéis devolver la vida a Eluana? ¿Por qué os habéis apresurado a dispensar su muerte? ¿Conocéis acaso el fin de los caminos? ¿Entonces, por qué?
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