Ser de la secta ante todo

El presidente de Nuevas Generaciones del PP (que debe tener ya mi edad, y aunque no me considero mayor, hombre, para ser de Nuevas Generaciones, pues tampoco), Nacho Uriarte ha afirmado que le gustará oír menos lo de 'soy liberal' y más lo de 'soy del PP'. Parece que parte del Partido Popular ambiciona que los que nos definimos como liberales y conservadores, pongamos por delante de las ideas, los principios y lo que creemos, la pertenencia a la secta. Vamos, como la izquierda. Muchos creen que en política eso es lo importante, el pertenecer al partido, a la nomenklatura. Lo definió en su día ese politólogo insigne que es Alfonso Guerra: 'el que se mueve, no sale en la foto'.

Pero si un partido político no defiende ideas, ¿para qué sirve? Si no va a hacer política, ¿qué va a hacer? ¿Es más lógico defender unas siglas que unas ideas? ¿Cualquier líder vale para cualquier idea? ¿no es más lógico defender unas ideas y principios y luego buscar un partido que las pueda defender o en su caso fundar uno? Lo otro es la pertenencia a la secta, a un grupo donde el pensar está prohibido, es el culto a la personalidad del líder, diga lo que diga y haga lo que haga... como el partido nazi o como el partido comunista de Stalin, o como del PSOE de ahora, que lo mismo ponen a caer de un burro las ideas de ZP, pero es nuestro ZP. Algunos huimos de eso como de la peste, pero al parecer, la dirección del PP, no.