Marx tenía razón...

Al menos eso parece que han pensado nuestros presidentes europeos, siguiendo lo peor que se ha hecho en EEUU, y repartiendo NUESTRO dinero entre los banqueros que han despilfarrado durante años. Ya lo hemos comentado en otros posts y en artículos: no se puede intervenir el mercado para primar al que más al despilfarrado, y menos sin control ninguno, y menos aún sin modificar aspectos que fuercen el control futuro.

Así, el Estado (que somos tú y yo) va a pagar las deudas de los bancos, aunque no hay compromiso de recuperar ese dinero cuando el banco esté de nuevo saneado, o en el mejor de los casos, lo venderemos a buen precio al Botín de turno (como ya se hizo con Banesto) que después hará millones con él (cosa que está muy bien, pero...). Decía Karl Marx que el capitalismo caería por sus propias contradicciones internas y que al final arribaría el socialismo controlado por una élite que sería el partido como vanguardia del cambio. Y aunque el socialismo real ya ha demostrado que lo único que es capaz de generar es muerte y pobreza, nuestros próceres europeos se lanzan de cabeza a implementarlo con nuestro dinero. Porque lo que se propone en las medidas adoptadas es un socialismo a la chilena, siguiendo el modelo ruinoso que intentó imponer Allende en Chile y Perón en Argentina. El resultado es conocido: la ruina.

El mercado suele encargarse de sacar del mismo a aquellos que no son eficientes (sean bancos, cultivos, automóviles, etc.) mientras premia a los que producen productos y servicios de utilidad para la sociedad a precios y calidades eficientes. En este caso, lo que ha sucedido es que algunos bancos han asumido más riesgo del que podían y ahora se encuentran con que deben refinanciar su deuda o bien reducir su tamaño o ser vendidos o... para mejorar esa eficiencia que han perdido por su mala gestión. La intervención en el mercado ha producido sus éxitos a corto plazo frenando las caídas de la Bolsa y dando eso que se llama confianza a los mercados, pero mucho nos tememos que si no se corrige el rumbo, con más libertad, con más mercado, la crisis será aún más larga.

Ya digo que Marx tenía razón cuando decía: 'La humanidad, partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria.' Aunque este Marx era otro mucho más inteligente: Groucho.