Dar las batallas ideológicas

Esperanza Aguirre tiene claro que las ideas liberal-conservadoras son superiores, sin soberbias pero sin falsas humildades tampoco. Desde luego, cuando uno sabe que sus ideas pueden batirse en la arena el debate ideológico, no renuncia a hacerlo. Por eso, Aguirre ha criticado el que el PP afirme que que 'el aborto y la eutanasia no son sino cortinas de humo para tapar la crisis económica' y demuestre una gran tibieza en la defensa de sus principios. Aquí ya dijimos que estaba claro que el Gobierno sacaba esto ahora para tapar sus vergüenzas ante la crisis económica, aunque también parece evidente que hay un transfondo ideológico en todo esto: una visión de la persona que ahonda en la políticas ya iniciadas en la legislatura pasada: el matrimonio homosexual, la elevación de la ideología de género a la categoría de religión del estado mediante la EpC, la desigualdad en las relaciones hombre-mujer y el laicismo relativista como modo de afrontar la realidad.

Y ante eso, los liberales-conservadores tenemos mucho que decir, no podemos rehuir la pelea por cálculo electoral o por cobardía. Si uno está convencido de que lo mejor para su país, de que la dignidad de las personas está en juego, e incluso algo tan valioso como la vida, no puede desaparecer sin defender con los argumentos a su alcance estas ideas. Y en este caso hablamos del derecho a la vida, del derecho de todos a nacer y a morir naturalmente sin doctores morín que nos saquen del vientre materno y nos trituren ni doctores montes que nos lancen hacia la otra vida sin contar con nuestro beneplácito. Y esto sale ya de la política para adentrarse en el mundo de lo moral, lo ético y los derechos humanos. Inhibirse ante estas discusiones, supone inhibirse ante lo más radical del ser humano. ¿Qué vamos a defender? ¿El libre mercado? ¿La libertad de empresa? ¿De quién? ¿Quién quedará para contarlo?

Además, en este caso, la superioridad moral de la vida con respecto a la muerte es clara. Veamos el ejemplo en las elecciones americanas, donde el derecho a la vida se ha convertido en uno de los asuntos estrella... ¡¡qué envidia me da el partido republicano!! ¡¡qué envidia de vitalidad democrática!!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
teniendo a semejante elemento como valuarte de democracia ( que se lo digan a Lamela ) y de libertad, ( dentro de poco tendremos libertad para pagar el volumen de aire que respiremos), no me estraña cual es tu idea de libertad y democracia.

Entradas populares de este blog

El primer ministro australiano y la inmigración

Más sobre la memoria histórica: Madrid de corte a checa

La Inquisición Rosa comienza la quema de Iglesias