Título de bachiller para todos

El último anuncio de la ministra de ¿educación? y esposa de ese ciudadano ejemplar que es Arenillas, Mercerdes Cabrera, ha causado gran alegría entre aquellos estudiantes que no dan un palo al agua y los editores de libros de texto. Porque claro, anunciar que aquellos alumnos que tengan 4 o más asignaturas suspensas en ¡¡¡Bachillerato!!! podrán pasar de curso (eso sí, recursando las asignaturas suspensas) es una gran noticia para estos colectivos. Es una de las medidas para paliar el fracaso escolar, que es el más alto de la OCDE, que se le han ocurrido a esta mujer. Hay que reconocer que es genial. El uso de las palabras sin más. Los alumnos ya no suspenden desde la LOGSE, ya que 'promocionan', pero como esa bajada de nivel ha sido claramente insuficiente, y para evitar que vayan a programas de Garantía Social o a la denostada por los progres Formación Profesional, pues ya promocionamos en la educación no obligatoria con un fajo de suspensos.

Imagino que esto tampoco funcionará (fuera de mantener a una panda vagos y/o no aptos para los estudios superiores dentro del sistema escolar) y ya adelanto otras medidas que pueden tomarse: permitir la entrada en la Universidad con 3 ó 4 suspensos como máximo, hacer las matemáticas y la lengua optativas y poniendo en su lugar 'conocimiento del entorno sociocultural' y 'educación en valores' en su lugar (asignaturas que por supuesto no tienen examen y en las que se valorarán las 'actitudes y desenvolmiento del alumno en el ámbito de su pueblo o ciudad'). Otra posibilidad, que a lo mejor no han pensado y que haría más 'igualitaria' la educación, sería que el título de bachiller (al modelo Montilla) se otorgara como la nacionalidad, al nacer. Sinceramente, los padres nos ahorraríamos una pasta en libros, uniformes, material escolar... total, para lo que les va a valer estudiar (es un decir, ahora no se estudia, es 'omnicomprensiva') algo que no tendrá valor.

Eso sí, mientras tanto nuestros progres siguen enviando a sus hijos a buenos colegios en el extranjero (al ser posible a escuelas católicas y/o anglosajonas donde el 'virus progre' no les llegue, que son progres, pero no estupidos) y el resto de la población bien aborregadita.