La escisión de Rosa Díez

Estaba cantado que Rosa Díez no duraría mucho en el PSOE, aunque sólo fuera porque en temas muy fundamentales no estaba de acuerdo con la deriva que ha tomado el que ha sido su partido. Rosa es una mujer valiente y coherente, y pese al vacío que desde hace años sufre por parte de otros que, intelectual y políticamente no le llegan a la altura de los zapatos - ¿quién demonios es José Antonio Pastor? ¿A quien le ha empatado Rodolfo Ares?-, se ha mantenido fiel a los ideales de un partido con el que no coincido en prácticamente nada, pero que al menos debes pedirle honestidad. Rosa es honesta, como lo fue y es Julio Anguita por ejemplo.

Rosa cree en España, Rosa cree que con una banda de asesinos no se puede ir a tomar 'txikitos' como hace Eguiguren y Patxi 'Nadie'. Rosa cree que ser de izquierdas no es ser sectario. Rosa cree que tiene más en común con Mayor Oreja que con Otegui. Rosa cree en la libertad.

Sus palabras demuestran hasta qué punto el marido de Sonsoles ha dejado de ser de fiar:

Lo bueno sería no tener que decidir entre la disciplina y la coherencia, entre lo que te pide el partido y aquello a lo que te comprometiste con los ciudadanos. Ésa sería la situación ideal, pero si hay que optar, porque ambas cosas se vuelven incompatibles, entonces, los ciudadanos son lo primero.
Este partido histórico y centenario es mucho más que la Dirección presente, las que lo precedieron o las que vendrán. El PSOE es toda una historia de hombres y mujeres decentes, anónimos, que han dado lo mejor de su vida para defender las ideas de la libertad y la igualdad. Me siento muy orgullosa de haber pertenecido a esa familia, en la que dejo muchos amigos y compañeros que me han querido, cuidado y ayudado de muchas maneras.
Sigo teniendo en mi mano el carnet del PSOE, que no voy a romper y que pone una cosa: somos socialistas no para amar en silencio nuestras ideas ni para recrearnos en su grandeza, sino para llevarlas a todas partes (en referencia a los que querían que no hablara en público estos años).
Las personas que representen al nuevo partido serán en sí mismas una garantía, personas "a las que nadie podrá acusar nunca de haber mentido o de no ser coherentes con el discurso que hacían a la sociedad.
Es legítimo que el PSOE cambie de política, pero explicándolo a los ciudadanos. Lo que yo no hubiera hecho nunca es simular que cumplo el programa electoral, haciendo justamente lo contrario de lo que dice.

¿Más claro? Y ahora vendrá la 'Corte de los Miserables' (léase PRISA), como hoy mismo Aizpeolea en El País cogiendo palabras de la diputada Valenciano a decir que si hay 'mal perder' en Rosa. Saldrá en 'corruto' para decir que si Rosa ya estaba en el PP... Mentiras y más mentiras para no reconocer la verdad: que Rodriguez Zapatero llegó al poder mintiendo y que mintiendo se mantiene en el poder.

Rosa podría haberse ido al PP e incluso haber obtenido un buen puesto en sus listas (que una socialista histórica y con el coraje de Rosa Díez pidiese el voto para el PP supondría un aval grande para Rajoy), pero Rosa Díez es coherente con su postura y se define como socialista y si el PSOE ha dejado de ser socialista para convertirse en 'socia-listo', si su partido prefiere a Otegui y de Juana antes que a Mayor Oreja y Rajoy, Rosa defenderá sus ideas (alejadísimas de las mías) desde otra plataformas.

¡Mucha suerte, Rosa!

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