Sobre la EpC
El amigo Tomás y otros se preguntan qué es lo que nos parece mal (generaliza en todos los católicos, yo no soy tan ambicioso, me conformo con representarme a mí mismo) sobre la Educación para la Ciudadanía. Pues bien, intentaré explicarlo, aunque creo haberlo hecho ya.
Antes de empezar con los contenidos, centrémonos en el punto previo: la misma existencia de la asignatura. El Estado se arroga unos derechos que no tiene como es el de formar la conciencia moral de los ciudadanos. No es esa la misión de un Estado democrático. La formación del 'buen ciudadano' corresponde a las familias y aquellos en los que ellos deleguen algunas materias (la escuela, la parroquia, la mezquita, la sinagoga o el club deportivo). Pero es una delegación voluntaria, en ningún caso obligatoria. Esta materia está definida exactamente al revés: el Estado es quien se arroga la potestad de formar al buen ciudadano y deja a los padres en un segundo plano, como no capaces de hacerlo. El derecho a educar en valores es de los padres, no del Estado.
Luego hay una afirmación de Grendel que no es correcta y se la explico, porque en su apariencia de comentario equidistante (eso de que si la materia la hubiera propuesto el PP, estaría en contra el PSOE...), deja traslucir un sectarismo que asusta: nadie propone la religión (ni lo ha hecho nunca desde la firma del Concordato) como obligatoria. La religión es y debe ser optativa, de obligada oferta y equiparable a las demás materias (por tanto evaluable a efectos académicos). Eso es lo que dice la ley internacional firmada entre el Estado Español y el Estado Vaticano. Y eso es lo que se defiende: yo escojo religión para mis hijos y tú si quieres la Educación para el ciudadano socialista de ZP. No seré yo quien te niegue ese derecho. Aquí el único que ha intentado hacer obligatorio el adoctrinamiento es el Partido Socialista con la EpC. Nadie más.
Bien, ahora ya podemos pasar a los contenidos. Resulta que además de los decretos de mínimos puestos por el MEC, las transferencias están casi cedidas al completo a las Comunidades Autónomas, y aquí vuelve a haber diferencias: las gobernadas por la izquierda y las gobernadas por la derecha. Pero hay algunas cosas en las que no estoy de acuerdo con los contenidos (aunque dependerá del profesor, centro y libro): modelos de familia, educación afectivo sexual con ideología de género, la globalización como causante de desigualdades, el cambio climático, el Estado como regulador de la vida ética, el concepto de moral pública...
Pero hay otro aspecto más: la evaluación. Normalmente, se evalúa sobre contenidos, pero esta materia lo hará sobre actitudes y comportamientos: por eso se trata del catecismo del buen socialista.
Antes de empezar con los contenidos, centrémonos en el punto previo: la misma existencia de la asignatura. El Estado se arroga unos derechos que no tiene como es el de formar la conciencia moral de los ciudadanos. No es esa la misión de un Estado democrático. La formación del 'buen ciudadano' corresponde a las familias y aquellos en los que ellos deleguen algunas materias (la escuela, la parroquia, la mezquita, la sinagoga o el club deportivo). Pero es una delegación voluntaria, en ningún caso obligatoria. Esta materia está definida exactamente al revés: el Estado es quien se arroga la potestad de formar al buen ciudadano y deja a los padres en un segundo plano, como no capaces de hacerlo. El derecho a educar en valores es de los padres, no del Estado.
Luego hay una afirmación de Grendel que no es correcta y se la explico, porque en su apariencia de comentario equidistante (eso de que si la materia la hubiera propuesto el PP, estaría en contra el PSOE...), deja traslucir un sectarismo que asusta: nadie propone la religión (ni lo ha hecho nunca desde la firma del Concordato) como obligatoria. La religión es y debe ser optativa, de obligada oferta y equiparable a las demás materias (por tanto evaluable a efectos académicos). Eso es lo que dice la ley internacional firmada entre el Estado Español y el Estado Vaticano. Y eso es lo que se defiende: yo escojo religión para mis hijos y tú si quieres la Educación para el ciudadano socialista de ZP. No seré yo quien te niegue ese derecho. Aquí el único que ha intentado hacer obligatorio el adoctrinamiento es el Partido Socialista con la EpC. Nadie más.
Bien, ahora ya podemos pasar a los contenidos. Resulta que además de los decretos de mínimos puestos por el MEC, las transferencias están casi cedidas al completo a las Comunidades Autónomas, y aquí vuelve a haber diferencias: las gobernadas por la izquierda y las gobernadas por la derecha. Pero hay algunas cosas en las que no estoy de acuerdo con los contenidos (aunque dependerá del profesor, centro y libro): modelos de familia, educación afectivo sexual con ideología de género, la globalización como causante de desigualdades, el cambio climático, el Estado como regulador de la vida ética, el concepto de moral pública...
Pero hay otro aspecto más: la evaluación. Normalmente, se evalúa sobre contenidos, pero esta materia lo hará sobre actitudes y comportamientos: por eso se trata del catecismo del buen socialista.
Comentarios
No he pensado nunca que tu representaras a todos los católicos, pues yo soy uno de ellos y no me siento representado por ti. Te lo digo con el mayor respeto, pero no juguemos con las palabras, por favor.
Al párrafo primero:
Es precisamente en los estados democráticos y no en los teocráticos (por los que quizá aún suspira Roma), en los que podemos confiar para la educación del buen ciudadano. Asi va a resultar ahora que la democracia, como sistema político, la inventó la Iglesia Católica y que ésta es la que ha promivido y se ha puesto al frente de las revoluciones sociales que permitieron implantarla en algunas partes del mundo, tras el derrocamiento de monarquías absolutas y dictaduras diversas con las que curiosamente se sentía muy a gusto la iglesia institucionalizada.
Porqué se escandaliza ahora tanto la jerarquía eclesiástica; dónde estaba esta Iglesia cuando se nos impartía (imponía) en la escuela pública Formación del Espíritu Nacional. Todavía tengo por casa una enciclopedia de cuando estudiaba en un colegio de Jesuítas (de los que guardo un muy grato y cariñoso recuerdo), al inicio de los años sesenta, en la que aparece Formación Político-Social. Si quitamos las referencias que en algunos pasajes se hacen a la Iglesia Católica, propias de aquel estado confesional declarado por la dictadura, lo que que queda, he de decirlo, se parace mucho a lo que hoy se pretende enseñar a traves de la asignatura EcP. Y aún se acerca mucho más a ella el contenido de aquellos libros de texto que para esa misma formación, contemplada en el currículo del bachillerato de aquellos años, escribiera Manuel Fraga Iribarne (esto es lo que tiene la edad…).
Pero, ¡hombre de Dios! ¿Quién inventó la democracia? ¿Quién inicio la reflexión ética y moral? ¿Dónde hemos dejado a Platón, al Socratés que conocemos a través de él, y a Aristóteles, entre otros? Acaso no sabemos que todos los pensadores católicos han estado tan impregnados de esa filosofía griega que llegaron a ocultar tras ella el auténtico mensaje evangélico. Por tal causa, algún patriarca tuvo que decir públicamente: saquemos al cerdo de Aristóteles de nuestra iglesia (aunque la historia no confirma que se le hiciera caso). ¿Que a qué viene todo esto? …pues a que todo lo que se puede leer en el programa de la nueva asigantura (EpC) tiene esas mismas raices filosóficas: no hay en ella, explícita o implicitamente, ningún pensamiento puramente marxista, ni socialista, ni anarquista; ni se promueve la degradación moral, ni el ateísmo, ni la disolución de la familia, ni nada que se le parezca. No, no asustemos al niño, que no viene el coco.
Al párrafo tercero:
En primer lugar, de lo que afirmas sobre las diferencias que pueden darse, en función del color político gobernante, en los currículos autonómicos que desarrollen el decreto de mínimos se deduce que realmente lo crees factible. ¿lo crees también legal y/o lícito? ¿No contribuiría esto a resucitar el fantasma de las dos Españas?
Por último, no pretendo ofenderte, pero utilizando nuestro sabio refranero tengo que decir que cuando no se quiere leer todos los libros están demás, porque:
a) ¿Dónde se habla, preconizando o tratando de imponer, de un modelo de familia?
b) ¿No es precisamente educación sexual con ideología de género la que hemos recibido durante muchos años?
c) ¿Dónde se habla del cambio climático? Este y el de la globalización son temas que habrán de salir lógicamente a debate durante las clases ¿Consideras pernicioso plantear este debate entre los jóvenes? ¿No sería éste un tipo de oscurantismo?
d) Lo de que el estado se proclama como regulador de la vida ética ¿es una inferencia, una presunción o un hecho constatado?
e) La moral pública es sencillamente el acatamiento de las normas morales de la comunidad, ¿se incita a lo contrario en el texto?
f) Si lo que se trata de enseñar son precisamente actitudes y comportamientos basados en principios morales asumidos por todos (¿o tambien los cuestionamos? Recuerda, no son un invento socialista, están en las raices de la cultura occidental) ¿qué es, si no, lo que sería correcto evaluar, sólo la asimilación teórica de los conceptos? En las asignaturas que incluyen contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, se han de evaluar siempre todos ellos.
En cuanto a lo de que se trata del catecismo del buen socialista, eso qué es, ¿otro tipo de inferencia desconocida por los estudiosos de la lógica o un exabrupto incontrolado?
En fin, amigo Miguel Angel, aunque no estemos de acuerdo en casi nada me satisface discutir estos temas contigo y te agradezco que hayas entrado en el debate que proponía.
Bueno, evidentemente, ni siquiera me detendré a comentar el rebuzno de Cerrajero.
Y respecto a mi opinión sobre la EpC, creo que ya comenté antes que estoy a favor de ella. Vuelvo a repetir lo que ya dije: tienen que existir unas bases mínimas. ¿Y si, por ejemplo, un progenitor musulmán residente en España decide educar a su hijo en el convencimiento de que ninguna ley está por encima de la sharía islámica? ¿O le educa en la inferioridad de la mujer? ¿O que la ablación de clítoris es algo normal y que una niña tiene que dejar sus estudios para casarse antes de la pubertad?
Y me permito citar a Savater, que sin duda lo explica mucho mejor de lo que yo soy capaz.
“Como ha dicho monseñor Rouco, la asignatura culpable no formaría a los estudiantes, sino que les transmitiría "una forma de ver la vida", que abarcaría "no sólo el ámbito social, sino también el personal". Francamente, no me resulta fácil imaginar una formación educativa que no incluya una forma de ver la vida, ni una educación de personas que omita mencionar la relación entre la conciencia de cada cual y las normas sociales que comparte con su comunidad.
Pero de lo que estoy convencido es de que la enseñanza institucional tiene no sólo el derecho sino la clarísima obligación de instruir en valores morales compartidos, no para acogotar el pluralismo moral, sino precisamente para permitir que éste exista en un marco de convivencia. Los testigos de Jehová tienen derecho a explicar a sus hijos que las transfusiones de sangre son pecado; la escuela pública debe enseñar que son una práctica médica para salvar vidas y que muchas personas escrupulosamente éticas no se sienten mancilladas por someterse a ellas. Los padres de cierta ortodoxia pueden enseñar a sus hijos que la homosexualidad es una perversión y que no hay otra familia que la heterosexual; la escuela debe informar alternativamente de que tal "perversión" es perfectamente legal y una opción moral asumible por muchos, con la que deben acostumbrarse a convivir sin hostilidad incluso quienes peor la aceptan.”
Según dicho Artículo, no pueden obligarnos a que nuestros hijos reciban clases de adoctrinamiento, clases de una supuesta moral, que no vayan con mis propias convicciones, y es más, deben no sólo respetarme este derecho, sino además, garantizarme y facilitarme una formación para mis hijos, que sea conforme a mis convicciones, y no a las del gobierno de turno.
La ley me ampara, el tenor literal del artículo 27.3 está muy claro, es preciso y fácilmente comprensible para todos. Así pues, el Estado debe respetarme este derecho, garantizarlo y facilitarme una formación para mis hijos, que sea conforme a mis convicciones.
Ramen!
Como puedes ver, podemos llegar a algún absurdo, ¿no crees?
Por cierto, me ha parecido interesante y me gustaría citar este artículo que he leído en un blog:
"La controvertida asignatura de Educación para la Ciudadanía está dando de nuevo mucho que hablar y la Cadena SER ha ido al grano, analizando los tres manuales ya disponibles en el mercado para dicha asignatura.
Los tres libros analizados corresponden a las editoriales Santillana, SM y Octaedro y la primera conclusión que obtiene la Cadena SER es: dos de los tres textos analizados no entran en las materias que más polémica han creado, es decir, en los casos de los libros editador por SM y Santillana, no existen referencias explícitas a temas relacionados con el sexo y a la orientación sexual, que en principio son el origen de toda la polémica.
El libro que más desarrolla el espinoso tema es el de la editorial Octaedro, que en el apartado de la sexualidad trata la prevención de enfermedades de transmisión sexual – como el SIDA – y relata la represión que ha existido en colectivo gay, por parte de instituciones como la Iglesia católica. El libro concluye con un breve resumen, en el que remarca el respeto hacia los demás independientemente de su orientación sexual.
Al tratar el tema de la familia, de nuevo SM y Santillana no se mojan y no citan de forma explícita el matrimonio homosexual como familia, sino que se limita a dar una definición generalista. Por contra, Octaedro, explica que aunque tradicionalmente los modelos familiares tenían se basaban en un hombre y una mujer, la legalidad española acutal, contempla familias de personas homosexuales, ya sean dos hombres o dos mujeres.
Ahora, con cara de tonto, me pregunto yo. ¿De qué demonios se quejan los del PP, foro de la familia e Iglesia? Se trata de un libro de lo más light que nos podemos encontrar."
http://www.ambienteg.com/2007/07/16-analizando-los-libros-de-texto