Se admite la objeción de conciencia para no dispensar la 'píldora del día después'

Así lo ha reconocido el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en una sentencia que aunque no marca la jurisprudencia, sí abre la puerta a este derecho que los poderes públicos se niegan a reconocer a los ciudadanos. Así mantienen su 'dictadura' frente a la conciencia de los ciudadanos. Evidentemente, el derecho a la objeción de conciencia debe hacerse en base a derechos fundamentales y la ley dede regularlos, aunque en España no se ha hecho salvo para el servicio militar y de pasada se ha ha hecho para el caso del aborto (donde ya la izquierda quiere abolirlo en los centros públicos, ya que la mayoría de los médicos se niegan a practicar abortos por motivos de conciencia).

Esta sentencia es un pequeño paso para que se reconozca el derecho a objetar de una ley que viole la conciencia o los derechos fundamentales del individuo. Ahora mismo en España tenemos dos casos que están siendo estudiados por el Tribunal Constitucional: el derecho a la objeción para no celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo y el derecho a la objeción para que los niños no sean educados en principios contrarios a la visión moral de los padres (y que afecta básicamente a 'Educación para la Ciudadanía'). Se trata de casos diferentes, ya que en el promero puede alegarse que el funcionario 'no casa' sino que hace de mero intermediario del Estado en un acto registral (como sostiene el abogado del Estado), mientras que en el segundo caso no parece que pueda haber alegación en contrario al derecho de objeción ya que hay un artículo de la Constitución (el 27.3 que reconoce el derecho de los padres a que sus hijos sean educados según sus propias convicciones, y la labor del Estado es meramente de inspección y homologación).

Lo que es claro es que esta sentencia que comentamos es positiva en la medida en la cual reconoce el derecho de un profesional a no dispensar un abortivo (estaríamos en el caso de la RU-386 en el caso del aborto aunque por medios 'menos sangrientos') en caso de contradecir sus convicciones morales.

Un pequeño paso, pero que nos acerca un poco más a la libertad. Nos alegramos por ello.

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