11-M: comenzó en juicio. ¡Queremos saber!
Pues ya ha comenzado el 'macro juicio' sobre el mayor atentado de la historia de España. Y ha comenzado sin que sepamos el explosivo que estalló en los trenes. Ha comenzado sin que se sepa quién ordenó cometer la matanza, sin que sepamos las posibles conexiones con otros grupos terroristas o servicios secretos españoles y extranjeros. No sabemos lo que sabían ciertos dirigentes del PSOE durante aquellos días, porqué se adelantaban a lo que conocía el gobierno legítimo de España.
Todos son dudas, nos falta mucho por saber. Pero ya sabemos algo: lo que nos contaron era mentira. Durante casi tres años, el gobierno socialista ha mentido y ha ocultado datos al juez, a la opinión pública y al Parlamento. El 'queremos saber' de aquellos días de marzo ha quedado en silencio cuando ocuparon el poder. Para la izquierda el 11-M no fue sino un modo de llegar al poder cuando lo tenían perdido. Cuando no hay principios, se llegan a esos finales. Nada le importan las víctimas que hoy no saben aún quien mató a sus familiares, que acuden a pedir explicaciones al Gobierno y no encuentran sino desprecio ('yo te comprendo, yo también perdí a mi abuelo', vomita el okupa de La Moncloa) y mentiras.
Ayer mismo, el inefable Pepiño afirmaba que esperaba que el juicio sirviera para 'confirmar la verdad'. No quiere saberla, quiere que se confirme lo que han dicho ya. La verdad no importa, quizá porque ellos ya la saben y es mejor esconderla. ¿Qué tienes que ocultar, Pepiño? ¿Qué sabías y que autorizaste, José Luis, para que no quieras que se sepa la verdad? ¿Qué órdenes distes esos días para que aún hoy, tres años después, no condenes los asedios a las sedes del PP como si se tratase de los judíos del III Reich? ¿Acaso no fue esta otra 'Noche de los cristales rotos'? Qui prodes?
Todos son dudas, nos falta mucho por saber. Pero ya sabemos algo: lo que nos contaron era mentira. Durante casi tres años, el gobierno socialista ha mentido y ha ocultado datos al juez, a la opinión pública y al Parlamento. El 'queremos saber' de aquellos días de marzo ha quedado en silencio cuando ocuparon el poder. Para la izquierda el 11-M no fue sino un modo de llegar al poder cuando lo tenían perdido. Cuando no hay principios, se llegan a esos finales. Nada le importan las víctimas que hoy no saben aún quien mató a sus familiares, que acuden a pedir explicaciones al Gobierno y no encuentran sino desprecio ('yo te comprendo, yo también perdí a mi abuelo', vomita el okupa de La Moncloa) y mentiras.
Ayer mismo, el inefable Pepiño afirmaba que esperaba que el juicio sirviera para 'confirmar la verdad'. No quiere saberla, quiere que se confirme lo que han dicho ya. La verdad no importa, quizá porque ellos ya la saben y es mejor esconderla. ¿Qué tienes que ocultar, Pepiño? ¿Qué sabías y que autorizaste, José Luis, para que no quieras que se sepa la verdad? ¿Qué órdenes distes esos días para que aún hoy, tres años después, no condenes los asedios a las sedes del PP como si se tratase de los judíos del III Reich? ¿Acaso no fue esta otra 'Noche de los cristales rotos'? Qui prodes?
Comentarios