Mañana, por la libertad. ¡LOE no!


Pues eso, que mañana, todos los que defendemos la libertad, el derecho de los padres a elegir la libertad que queramos para nuestros hijos, el derecho a que no sean adoctrinados por papá estado, el derecho que tenemos a que se les exija para que después sean personas de bien y no meros merluzos que pasan de curso sin esfuerzo, todos estos tenemos mañana una cita en Madrid.

Tiene que quedarle claro a zETAp y sus muchachos (la inefable ministra de cuota Sansegundo y ese diablillo de chiste que es Rubalcaba) que no estamos dispuestos a que adoctrinen a nuestros hijos, pero ni él ni ningún otro. A mis hijos ya los educo yo y eso de Educación para la ciudadanía, que se lo enseñe él a sus niñas, pero que a los míos ya se lo enseñaré yo. Si es que el ser heredero del marxismo y la masonería más rancia sólo da para esto.

De verás, os esperamos en Madrid: ¡POR LA LIBERTAD DE EDUCACION, LOE NO !

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Catequesis fuera de las escuelas!
Pues mira que hasta puedo estar de acuerdo contigo. Pero a cambio, ¿me aceptas el que se saque el adoctrinamiento estatal de las escuelas (dícese de Educación para la Ciudadanía)? pero en cualquier caso, si yo quiero una escuela en la que se enseñe a mis hijos en la religión en la que yo creo, tendré derecho a llevarlos, ¿no? Y si no dispongo de medios económicos suficientes y como pago impuestos, ¿podré solicitar al Estado que me ayude en el ejercicio efectivo de mi derecho a elegir la educación de mis hijos? No es mucho pedir. El derecho a elegir el tipo de educación no es un derecho de los curas (que además no tienen hijos) sino de los padres.
Anónimo ha dicho que…
Como pueden decirse tantas mentiras. Ni se saca la religión de las escuelas, todo al contrario será obligatoria para los centros, pagada por el Estado, aunque cada uno pueda decidir si la quiere o no, faltaría más!, y es imposible que el gobierno adoctrine con un asignatura que impartiran profesores muy diversos. Basta ya de decir mentiras.
Hombre, se saca la religión del horario escolar, conviertiendola en "maría" ya que no hay alternativa: o sea, que los alumnos, de fact, dejarán de acudir. Te recuerdo que el temario de la asignatura (claramente doctrinal) de Educación para la Ciudadanía será decidido por el Gobierno en el reglamento correspondiente. Ahí no habrá ni debate. La ley simplemente dice que habrá una asignatura con ese nombre y con unos principios generales. Yo lo que quiero es que ni a ti ni a mi nos obliguen a que nuestros hijos reciban adoctrinamiento que no deseemos para ellos: que yo quiero religión y que sea evaluable y que mis hijos la aprendan, pues eso, que sea ya que yo soy el depositario del derecho a la educación y no el Estado. Que tú quieres otro tipo de enseñanza para tus hijos, pues que sea como tú quieres, son tus hijos y yo no soy nadie para obligarte, pero ¿me respetan mi derecho a que a mis hijos se les eduque en religión católica (u otra, ¿eh?) y que tengan que aprovechar esos conocimientos? ¿Me respetan el derecho a que el Gobierno no decida el centro al que deben acudir mis hijos? ¿Por qué a uno que está al lado de casa y no al que a mi me plazca? Y si pago mis impuestos, esa plaza debe ser gratuita en el colegio que yo elija. ¡Faltaría más!
Anónimo ha dicho que…
Miguel Angel, en primer lugar disculpa el anónimo anterior, fue un error en el manejo de la identificación. Es muy interesante que empecemos a entrar en cuestiones concretas y no en descalificaciones globales a la LOE. Bueno, vamos a ver, no creo que tus hijos dejen de estudiar religión por no ser "evaluable". Solo una parte muy pequeña de lo que les enseñamos a los niños o jóvenes; los padres, la escuela y la sociedad, da lugar a una nota académica. El proyecto de LOE permite que esta formación se de en la escuela pero, una de dos, o los que quieren estudiar religión tienen una asignatura más o tienes que poner otra asignatura alternativa. Si pones una asignatura alternativa, una de dos: o no sirve para nada o dejas a los que tienen religión sin estos conocimientos. Te aseguro que no veo manera más justa de solucionar el tema que los que quieran estudiar religión y - realmente lo quieran- la estudien en la escuela, pero fuera del horario lectivo me parece una solución muy respetuosa con las distintas confesiones religiosas. Yo tuve la religión católica como asignatura obligatoria en la escuela, con examen y nota y por el contrario mi auténtica formación espiritual y religiosa la tuve fuera de la escuela y en actividades voluntarias. En relación al tema de la Educación para la Ciudadanía, no creo que pueda ser adoctrinamiento una asignatura que enseñe los derechos y obligaciones básicas de los ciudadanos, de una manera u otra estos contenidos forman parte de los currículos escolares en muchos países. Hay que considerar que el gobierno solo fijará una parte de los contenidos, la otra parte será fijada por las CC. AA. y al final la asignatura impartida por muchos profesores que seguro tendrán orientaciones ideológicas y religiosas diversas. Puestos a dudar cualquier profesor, en su aula, podría adoctrinar. Pasando a otro tema, la elección de centros por parte de los padres ya se garantiza en el proyecto. Lo que pasa es que es imposible que se pueda garantizar una oferta de plazas financiadas con fondos públicos que se programe en función de las peticiones de los padres y que cada año se ajuste perfectamente a estas peticiones. Por tanto, aunque debe respetarse la preferencia de los padres, deben establecerse unas prioridades en el caso de que haya más demandas que plazas en un centro determinado. Peor sería que la decisión sobre quien entra y quien no, es decir, en este caso, quien tiene o no acceso a un determinado servicio pagado con fondos públicos, dependiese de arbitrariedades y no de criterios objetivos. En este caso quien elegiría no serían los padres sino los centros, ¿o es lo que se pretende?. Otra cosa es que podamos discutir, si la proximidad al domicilio debe ser uno de los criterios. A mi me parece justo pero puede discutirse. Lo que no entiendo son estas descalificaciones tan viscerales y globales a la LOE - y no digo que sea la tuya - unas posiciones que dificultan un debate sobre cuestiones concretas que permitan llegar a un autentico pacto sobre la educación. Saludos.

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